Capítulo 24.

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Semana 11.

Dos días después, salí del hospital. Y volví a la pesadilla más horrible que la comida del hospital con sabor a limpiador: los cuidados de George y Ringo. 

-Siéntate aquí, Paul- me dijo Ringo, colocando una silla de ruedas a un lado mío -¿Es enserio? ¡Puedo caminar perfectamente!- dije, ajustándome mi saco. Resulta ser que una fan me había visto cuando entré desangrándome al hospital, así que ahora los medios de comunicación ya sabían que algo me había pasado; Brian había inventado la excusa de que había tenido un pequeño accidente de trabajo y ahora tendría que dar una conferencia de prensa para decir que estaba perfectamente bien, así que debía de dejar de ser "Paul el embarazado" para volver a ser el Paul Beatle. 

    Me había colocado un traje azul y una camisa blanca, aunque Ringo y George insistieron en que no debía de ponerme cinturón para no apretar mi vientre. John no había podido venir, se había quedado cuidando a Jude, ya que aún faltaban dos días para que Cynthia regresara. -No creemos que sea buena idea que camines, tomando en cuenta que sangraste por...- 

    -¡Cállate, George!- lo regañó Ringo, haciendo que mis mejillas se pusieran coloradas -Es enserio, no deben de estar encima de mi todo el tiempo. Puedo caminar, y puedo seguir siendo yo sin que estén detrás de mi todo el día- repliqué, poniéndome de pie de la cama. Estos se miraron poco convencidos, pero antes de que me obligaran a sentarme en la silla de ruedas salí de la habitación. 

  Me cruzaba con algunas enfermeras o pacientes que me miraban sorprendidos o murmuraban cosas, pero decidí ignorarlos. Caminé hasta la entrada del hospital, donde ya nos estaba esperado Brian, Mal y un puñado de guardaespaldas. George y Ringo llegaron corriendo tras de mi, con la respiración un poco agitada por perseguirme -Ponte esto, Paul- me ordenó Mal, pasándome unas gafas negras. -¿Es seguro que Paul salga con todas esas chicas ahí?- preguntó Ringo -¡Claro que es seguro! Solo debe de correr al auto- 

   -¡¿Correr?! ¡Él no debe de correr!- gritó George, pero al parecer a Brian no le importaba. Desde que se había enterado de mi embarazo él había comenzado a tratarme diferente, casi siempre me fulminaba con la mirada y mostraba un particular desinterés en mi. -¿Listos, chicos?- preguntó Mal, sujetando la puerta como si fuéramos a salir a un rodeo. -¡Pero Paul no debe de...!- la voz de George fue silenciada de inmediato por los gritos de euforia que se producieron al abrirse las puertas del hospital. 

    Rápidamente las chicas comenzaron a intentar llegar hasta nosotros, y tal como nos había ordenado Brian, comenzamos a correr hacia el auto. Ni bien avancé un metro y mi vientre comenzó a doler, haciendo que me doblara un poco -¡Paul!- gritó George, safándoce de una fan que lo había logrado agarrar -¿Estás bien?¿Quieres volver al hospital?- me dijo, sujetándome de la mano, mientras los gritos subían más y más de volumen. 

    Negué con la cabeza -Solo necesito llegar al coche caminando- le grité, para hacerme oír sobre la multitud. Este asintió con la cabeza y se arrojó a un extremo de la multitud de fans, que de inmediato de abalanzaron contra él, después de eso Ringo imitó sus movimientos, haciendo que se despejara un poco el camino en dirección al coche. Los guardaespaldas tampoco se salvaban, ya que las fans que o estaban devorando a George o Ringo estaban intentando llegar a mi. 

   Finalmente logré llegar al coche, donde me refugié. Pasados unos segundos me siguieron George y Ringo, que traían muchos rasguños y los trajes completamente rotos, además de que les faltaban algunos mechones de cabello -¡No debieron de hacer eso!- me quejé, sintiendo como el coche comenzaba a avanzar para alejarnos de la multitud. 

    -Si no lo hacíamos podrían haber llegado hasta cacahuatito, y lo hubieran lastimado- explicó George, sobando sus heridas -¡Fue una locura, chicos!- me quejé, cruzándome de brazos -Lo volvería a hacer si tuviera que salvar a tu bebé, Paul- me dijo Ringo, acomodando su cabello -También yo- lo apoyó George, haciéndome sonreír inconscientemente. -Gracias, chicos- susurré, masajeando levemente mi vientre, que ya era más notorio. George, Ringo, Cacahuatito y yo ¿Quién necesitaba a John?

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¡Hey! Solo quería contarles acerca de lago muy cool que me pasó hoy en el metro. ¡Una chica me reconoció! Llegó y me dijo "¿Eres Tamara Luna de Wattpad?" y yo en plan "¿Khe?" y ya, le dije que si y me pidió mi autógrafo, algo súper raro, la verdad. Me dijo que era mi fan y que había leído todas mis historias, pero como ya me bajaba en esa estación ya no le pregunté quién era, pero chica, si estás viendo esto, alegraste mi día(: 

The little Beatle. [McLennon] [MPREG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora