Capítulo 30.

2.4K 259 77
                                    

Escuché unas cuantas risas, abrí lentamente los ojos para averiguar de quién eran, aunque ya lo sabía, pero estos fueron deslumbrados por una fuerte luz blanca, seguido de más risas -¡Pero que tiernos son!- gritó Ringo, haciendo que John y yo despertáramos de golpe -¡¿Qué demonios están haciendo aquí?!- gritó John furioso, haciendo que Jude también se despertara. 

   -¡Alguien amaneció de mal humor!- se burló Ringo. Como pude me senté en la cama, con mucho cuidado de no lastimar a Cacahuatito, y los fulminé con la mirada -¡Miren, son adorables!- gritó George, blandiendo una fotografía instantánea. Eramos John, Jude y yo, en la misma posición en la que habíamos dormido, pero en esta salíamos John y yo sonriendo, lo que provocó que mis mejillas ardieran. 

  -¿Qué hacen aquí?- repitió John, que parecía querer matarlos -Oh, eso, veníamos a decirles que el doctor Smith ya llegó para ver al bebé- anunció George, guardando la fotografía en su saco -¿Qué van a hacer con esas fotos?- pregunté, recordando que tampoco nos había dado la foto de anoche -¡¿No escuchan eso?! Deberíamos de bajar- contestaron estos al unísono, saliendo rápidamente de la habitación. 

    -Baja a desayunar, Jules- le ordenó John al niño, que de inmediato asintió y salió de la habitación dando bostezos. Me sentía nervioso estando a solas con John, en especial después de anoche, pero intenté disimularlo. Intenté ponerme de pie con cuidado, aunque ahora con la barriga enorme era todo un problema -Te ayudo- se ofreció John, tendiéndome la mano -Puedo yo solo, gracias- contesté cortántemente, sujetándome a los barrotes de la cama y haciendo un esfuerzo sobrehumano para no quejarme por el peso. 

    -Paul...- susurró John, tomándome de la mano -Anoche dijiste algo...- comenzó a explicar, rápidamente sentí como el calor subía a mis mejillas, aparté mi mano de la suya y contesté -¿Ah, si?- John pareció decepcionarse un poco ante mi respuesta, pero este no insistió más y me ayudó a cambiarme la pijama por algo un poco más decente, aunque ahora mi closet estaba lleno de pantalones holgados demasiado coloridos y calcetines de colores, algo que de verdad detestaba con toda mi alma. 

   -¿Puedo entrar contigo a ver al bebé?- me preguntó una vez que logré cambiarme, durante estos meses le había prohibido terminantemente a John que entrara conmigo a ver que tal iba el avance de nuestro bebé, no quería que malinterpretara las cosas y pensara que podría perdonarlo, pero después de ayer... nada parecía estar claro, y mucho menos la razón por la que le contesté -Está bien- 

   A este de inmediato le brillaron los ojos -¿De verdad, Paullie?- preguntó completamente emocionado -Si, pero cállate ya o no te voy a dejar entrar- le ordené para disimular mi nerviosismo. Salí de la habitación y me encaminé hacia el pequeño consultorio, donde ya se encontraban Freda y Johan, platicando alegremente -¡Hola, Paul!- me saludó sonriendo -Freda me dijo que los antojos aún no han cesado ¿Qué tal vas con eso?- 

   -¡Uff! ¡Es horrible, en especial cuando despierta por la madrugada!- se quejó John por mi, haciendo que me dieran ganas de ahorcarlo. Johan nos miró divertido y dijo -¿Así que ya se reconciliaron?- tenía en la cara la misma sonrisa estúpida que George y Ringo, ¿Por qué todo el mundo ponía esa sonrisa? -¡Si! ¡Y se ven tan tiernos juntos!- exclamó Freda -¡Eso no es cierto!- apelé, frunciendo el ceño. 

    -Ok, aquí tenemos un problema de aceptación- se burló Johan -¡No tengo ningún problema de aceptación!- grité exasperado, haciendo reír a Freda y a Johan -De acuerdo... ¿Entonces van a entrar los dos?- preguntó este, a Johan no le gustaba tener a mucha gente en el consultorio, ya que era un cuarto diminuto lleno de máquinas estadounidenses muy complejas. Asentí de mala gana y este nos sonrió. 

   -De acuerdo, pasa, Paul- me dijo, abriendo la puerta. Las tres veces anteriores que había estado aquí siempre había repetido el mismo proceso, charlar un poco con Johan sobre los síntomas, bajar un poco la cremallera de mis pantalones y recostarme en la camilla con cuidado de no desconectar nada, y esperar a que Johan comenzara a colocarme el gel para poder ver a Cacahuatito. Repetí el proceso, bajo la mirada atenta de John. 

    Poco a poco la imagen en la gran televisión se fue haciendo más nítida hasta dar paso a las ya muy conocidas rayas a blanco y negro. Esta vez Cacahuatito se veía mucho más grande que la vez anterior -Miren, aquí están sus manos- nos indicó Johan, señalando una figura en la pantalla -Tiene unos dedos muy grandes, de echo- nos dijo Johan, enfocando un poco mejor la imagen. 

   -Claro, eso es porque va a ser un excelente guitarrista- contestó John con una sonrisa, con la mirada clavada en la pantalla -¿Guitarrista? ¡Es mejor que toque el bajo!- me defendí, haciendo reír a John -Lo podemos hacer multi-instrumentista, hacemos que el narizón le de unas clases de bateria y listo- propuso, haciéndome sonreír -¡Mira eso!- exclamó este con una sonrisa, señalando lo que parecía ser un largo listón -¡Ese es mi hijo!- exclamó orgulloso, haciendo que Johan y yo riéramos completamente divertidos -John, ese es el cordón, no podemos saber si es niño o niña hasta dentro de tres meses- explicó Johan entre carcajadas. John pareció avergonzarse un momento y después se unió a nuestras carcajadas. 

-----------------

Todo esto es tan cursi, que me pica la muela :v 

The little Beatle. [McLennon] [MPREG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora