[XXII] LA MADRE TAN OPORTUNA.

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-P.O.V. ALEX-

No podía ni imaginar lo que sucedería si mis sospechas con respecto a Alisson y Danniel  fueran ciertas. 

Me dirigía a casa de Emmy para contarle todo lo que pensaba, con la esperanza de que me dijera: ''Son cosas tuyas, Alex.'' 

Cuando llegué a su casa, toqué el timbre. No tardó ni cinco segundos en abrirse la puerta, para que ella saltara encima mía. Me cogió totalmente por sorpresa, lo prometo.

-Hola.- Le digo sonriendo, cerca de sus labios.

-Hola.- Acortó los pocos centímetros que quedaban entre nosotros para besarme.

No sé que carajos le pasaba, estaba más cariñosa de lo normal. Joder, me encanta. Podría pasarme así bastante tiempo.

Se bajó de encima mía. Sin decir ni una palabra, no podía de dejar de mirarla. Me quedé como un verdadero idiota parado enfrente de su puerta.

-¿Vas a pasar o tengo que hacerlo yo?

Entre risas, entré dentro de su casa. Su madre estaba en la cocina. He de decir que me miraba bastante raro. Demasiado diría yo.

La seguí hasta su cuarto, ella se sentó en su cama. Me tiré encima de está, acomodándome en ella.

-Emmy, tenemos que hablar. - Mi cabeza estaba justo en su vientre y sus manos se posaron en mi pelo. Alboroteandolo con sus dedos ¿cómo no?

- Soy toda oídos.

En ese preciso momento me pasó por la cabeza no comentarle nada al respecto. Quizá si realmente está pasando algo, le estaré poniendo en peligro. Eso sería un jodido problema.

- ¿Y si vemos una peli? - Pregunté, intentando que no se notara mucho que no era ese precisamente el tema del que quiero hablar.

Ella empezó a reír, más de lo que esperaba.

- Está bien. Pero veremos la peli, nada de distracciones ¿Vale?

¿Distracciones?¿De qué está hablando?

Se levantó de la cama, dejándome a mi tirado encima de ésta. Con los pensamientos yendo a mil por hora. Me sentía responsable, de algo que a lo mejor eran cosas mías, pero no quiero involucrar a nadie.

Bajamos a la sala de estar. Yo me senté, mientras que ella, buscaba un dvd. Cuando logró meterlo en el lector de vídeos se sentó a mi lado, apoyando su cabeza en mi. De la pantalla surgieron grandes palabras las cuales decían ''The Hunger Game.'' 

Maldita sea ¿cómo sabe lo que me gusta? ¿Será el sexto sentido femenino? 

La miré fijamente, para responder alguna de mis preguntas...

Emmy se giró hacia mi, supongo que notando que la estaba mirando.

-¿Quieres dejar de hacer eso? me pones nerviosa...

-¿Por qué?

Se estaba poniendo como un tomate de rojo. Joder, es tan adorable.

-Sólo deja de hacer eso... Además, te dije que nada de distracciones.

Volvió a colocarse tal cual estaba antes. Por un acto reflejo, fui directo a besarla. Y de ahí, la acorralé contra el  sofá.

Casi sin pensarlo, el beso se intensificó  mucho más. Sus manos viajaban desde mi nuca por toda mi espalda. Las mías sin embargo, se paseaban dentro de su camisa. 

Una tos incómoda nos interrumpió. Nos incorporamos rápidamente. Miramos para donde provenía el sonido. Mierda, su madre, otra vez.

- Emmy, cariño... voy a salir... 

La amiga de mi hermanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora