Capítulo 3

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Estaba claro que conciliar el sueño aquella noche iba a ser misión imposible. Pero, cuando la noche en vela es por una buena causa, el hecho de estar muriéndose de sueño no incomoda tanto. Ha pasado la noche despierto pensando en lo que le dirá a la chica más linda del mundo cuando hable con ella. Se levanta de la cama como un resorte, a pesar del cansancio, y, como es domingo, desayuna y hace las tareas del hogar. Entre unas cosas y otras cosas, se le ha hecho muy tarde, es el momento: busca el número de su nueva razón de vivir y pulsa la tecla verde.

*****

Las lágrimas corren por sus mejillas sin control. Se encuentra sentada en su escritorio sin ganas de nada que no sea llorar. Acaba de discutir con su padre. De repente, la melodía de su canción preferida suena, estira el brazo y mira el autor de la llamada. Es Julián, no puede hablar con él en ese momento. Después de que se corte la llamada, teclea un mensaje para el dependiente pues no le parece bien no contestarle por un problema familiar.

Julián, perdona, no estoy con ánimos para hablar ahora. No te preocupes, no me ha pasado nada grave, solo estoy de bajón. Cuando esté mejor, te llamo.

Un besito.

*****

No ha contestado a su llamada ¡ya estaba siendo todo demasiado bonito! Pero, antes de que le dé tiempo a pensar cosas extrañas, le entra un mensaje de ella. Lo lee con detenimiento y le entran ganas de llorar."¿Qué puede ser tan malo para hacer sufrir a la chica más linda de toda la Tierra?"piensa. Preferiría quedarse sin trabajo a que Yasmina esté triste.

*****

Al rato, el móvil del dependiente vibra. Es ella.

-Hola linda- descuelga casi sin pensar.

-Hola. Perdona por lo de antes – contesta. Se ha puesto colorada ya que desde que Álvaro cortó la relación, dejó de creer que ella valía algo.

-No te preocupes, ¿estás bien en serio?

-Que tierno eres, si estoy bien.

Ahora quien tiene la cara roja como un tomate es él ¡Le ha dicho que es el tierno!

-¿Te apetece que vayamos a dar una vuelta por la playa?-suelta de repente él.

-Si apetecerme, me apetece mucho pero...-piensa un instante porque no quiere que pise su casa, su padre no le puede ver- ¿Nos encontramos cerca del buffet libre en una hora?

-¿No te va mejor que yo te recoja?

-No, prefiero la otra opción.

-Ok. Hasta luego.

-Un besito.

Un ángel ilumina su vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora