Capítulo 16

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Mientras, en una universidad cercana, Alejandro no está prestando demasiada atención a su clase de Mitología Clásica. No puede parar de pensar en su Dafne, en lo triste que estaba esa mañana. A pesar de que sabe perfectamente cuál es su lugar y lo acepta, no puede evitar sentirse un desdichado por no poder ser él quien la consuele dándole amor. A Ale entonces le vienen unos versos a la cabeza:

                       "Desgraciado Catulo, deja de hacer tonterías.

                        Y lo que ves perdido, dalo por perdido."

Desde luego, pareciera que el lírico latino estaba pensando en lo que le pasa con Yasmina cuando los escribió.

Un ángel ilumina su vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora