Mientras, en una universidad cercana, Alejandro no está prestando demasiada atención a su clase de Mitología Clásica. No puede parar de pensar en su Dafne, en lo triste que estaba esa mañana. A pesar de que sabe perfectamente cuál es su lugar y lo acepta, no puede evitar sentirse un desdichado por no poder ser él quien la consuele dándole amor. A Ale entonces le vienen unos versos a la cabeza:
"Desgraciado Catulo, deja de hacer tonterías.
Y lo que ves perdido, dalo por perdido."
Desde luego, pareciera que el lírico latino estaba pensando en lo que le pasa con Yasmina cuando los escribió.
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Un ángel ilumina su vida
RomanceElla es la hija adolescente de un multimillonario y él, un Licenciado en Medicina. Aparentemente, no tienen nada en común, sin embargo, vivirán una historia de amor sin límites.