Capítulo 10

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Cuando el beso finaliza, Julián acaricia suavemente la mejilla de la chica que le ha hecho sentirse el más afortunado del cosmos al besarlo y ella sonríe.

Como cual arma destructiva que entra en escena para matar, el móvil de Yasmina comienza a sonar y ella descuelga con cierto grado de preocupación debido a que el identificador de llamada le indica que le telefonean desde su casa. Desde allí solo pueden venir problemas.

Mientras su amada habla por el auricular de su teléfono, él la observa maravillado "¡Dios, me acaba de besar!" Tiene que repetirlo un sinfín de veces para poder creérselo, a pesar de que la sonrisa de enamorado de su cara hable por sí sola.

Ella se guarda el móvil en el bolsillo y suspira.

-Julián, lo lamento muchísimo pero tengo que ir volando a mi casa.

-¿Qué ha pasado?

-No lo sé. Me ha llamado la señora del hogar y me ha insistido en que me personase allí cuanto antes.

- Te llevo en mi coche- Sin más palabras, salen corriendo del lugar.

*****

Durante el trayecto, ella está callada y en su cara se refleja la preocupación que le ha despertado la llamada de teléfono. A Julián le duele en el alma verla así y haría lo que fuera por devolverle esa sonrisa que le hechiza cada vez que la ve. Unos metros antes de llegar a la casa del señor Blanco, Yasmina se baja del coche y él le da un sonoro beso en la mejilla.

-Espero que no sea nada grave, preciosa. Te quiero.

- Muchas gracias. No te preocupes, te mantendré informado. También te quiero.

Un ángel ilumina su vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora