11.Recordando el olvido.

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Esta mañana no amaneció muy tranquila, ya que mi tía seguía un poco cabreada con Luz y Jose, parecía que conmigo era con el único que no estaba molesta.

Lo supe ya que mi tía entro como todas las mañanas y no fue tan cariñosa, solo dijo las tareas y se fue.

Jose parecía no importarle, y yo quería con todas mis fuerzas ayudarles, a el, a mi tía y a Luz. Pero que haría alguien como yo en una situación así. Me tocaba tragar y callar.

Me levanté un poco frustado, cogí los cereales Golden Grahams otra mañana mas y otra vez a ver la tele.

En mi cabeza chocó un dejavu, ¿esto ya lo viví? Pues claro que lo viví, la rutina me seguía, otra vez no....

El pánico me sucumbió, salí por la puerta para respirar algo de aire.

Quise ir de paseo al parque del centro.

En cuanto caminé un rato recordé que había dejado la televisión encendida, pero no quería volver, ahora no.

¿Qué me pasa? Este miedo a la rutina no era normal, yo no era normal, esto es lo que sentía en Berja.

Yo creía que aquí sería distinto, pero no era así, la rutina y la monotonía me siguen.

Veía muy próxima la marcha para seguir alejándome de todo y todos.

¿Cual sería mi hogar? Estoy en mi sueño perdido, no se a donde llegaré a ir, o si continuaré, pero los conflictos aun asi no se van, solo aumentan.

¿Huyo de la rutina o huyo de mi mismo? ¿Soy un cobarde por hacer esto?

Más y más preguntas me asaltan, pero ni una respuesta, como envidio a esa gente que tiene la tranquilidad en todos lados.

Caminando llegué sin querer al último local de Aguadulce.
Definitivamente mi destino era viajar, alejarme de todo, a lo mejor hoy es mi último día aquí.

Me di la vuelta y otra vez a la casa de la tita.

Reconozco que vivir así a veces no es cómodo, pero solo porque mi cuerpo se cansa, si no fuese así, caminaba y caminaba sin equipaje ni nada, solo caminar, todo por alejarme, nunca estaría lo suficientemente lejos de lo que yo mismo esté huyendo, no se lo que es, a parte que emprendí el viaje por estar en mi sueño.

Huyo a mi sueño incompleto por encontar lo inexistente, con el deseo de que nadie me encuentre y que tampoco me guíe, perderme y ya después si quiero, encontrarme.

Llegué a la casa de mi tía y mis primos ya estaban en el salón desayunando.

No tardé en comunicarles que esta sería mi última noche, me iría mañana por la mañana.

Jose y Luz no se lo creyeron al principio, pero al rato de ir afirmando de que me voy se fueron percatando de que no era ninguna broma de mal gusto.

Intentaron hablar con migo, y me preguntaron mi siguiente destino, yo les dije que no lo sabía, pero es que tampoco me importa saberlo, total solo es un destino más, aquí ya lo había visto todo, y e conocido a alguien, esta noche le diré a Josenfu que no se molestase en venir mañana por la noche.

Mis primos intentaban convencerme de algo a lo que jamás ellos entenderían, ya que ni yo lo podía comprender del todo, solo era un impulso, un empujón a la locura, pero era el mio, no el suyo.

Al final se rindieron y me dijeron que había que disfrutar de este día.

Sonreí levemente y les agradecí ese apoyo, aunque sabía que en el fondo no me apoyaban.

Un Corazón Y Una GuitarraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora