14.Un Impulso Al Oasis.

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Me quedé dormido rondando a las cinco, justo cuando acabé con todo, agotado caí rendido en el salón, en el suelo junto a una fregona y un cubo lleno de agua sucia.

Escuché bajar a Jc, pero no hice nada, seguí tumbado, se podría decir que me despertó pero no me levanté, abracé la fregona y traté de dormir más. Supuse que iría a la cocina pero al llegar a ella escuché un "walaaa", ahí supe que Jc estaba contento con mi trabajo.

Empezó a llamarme, pero yo solo quería dormir, así que no respondí, pero si que sonreí con total tranquilidad al saber que hice bien al pasarme la noche entre trapos y suciedad.

Jc entró al salón, no se esperaba verme ahí durmiendo abrazado a una fregona en el suelo y mi guitarra en un sillón, lo veía de tontos, pero a mi es que me da igual donde dormir, solo dejenme cerrar los ojos y ya despertaré cuando quiera.

-Pero tío que haces ahí, anda levanta, que tienes cama.- Dijo mientras me cogía y trataba de levantarme.

-Ñu, quiero aquí.- Respondí zarandeandome y finalmente cayendo al suelo de boca.

Jc empezó a descojonarse, pero yo quería dormir, y con Jc riendo pues como que no podía.

-Hay Radel.... Haz lo que quieras, yo me voy, la casa es tuya, no hagas na raro ehhh, hasta luego.-Dijo Jc saliendo.

En cuanto oí la puerta cerrarse alcé mi puño con la cara aun estampada en el suelo e hice un " wiiiii dormir". Al momento la somnolencia me poseyó y caí rendido boca abajo, sin duda muy normal no soy.

Ahora era un momento de descanso, pero no podía, ya que comencé a pensar un poco en todo. En mi vida en general, y si en realidad tan solo haga el tonto con mis viajes y si tan solo la sociedad a la que odio tanto tuviese razón, si eso fuese así, ¿qué me quedaría en la vida?

Literalmente lo e perdido todo por un sueño, un sueño que hasta ahora me a ayudado a vivir, o más bn a sentirme vivo, a quererme un poco más y lo mas importante a valorar lo que es bueno y sincero en esta vida, así que,... ¿Cómo algo tan bueno podría ser tan malo?

Entonces caí en lo que pasaba, este es otro momento de debilidad, otro síntoma del progreso, el miedo a lo nuevo, el miedo a avanzar, el miedo a ser diferente, pero si ya lo soy, no hace falta que tema a nada ni nadie, soy como soy y me aceptaré.
Miré a mi guitarrita, estaba ahí, tan tranquilita, traté de ponerme en pie para cogerla, pero el sueño me podía y abandoné la idea de tocar ahora, mejor dormir que me va haciendo falta.

Mi mente pasó a jugar en la oscuridad que mis parpados crearon al cerrarse, podía ver como de la oscuridad germinaba un camino y a un lado una pared en la que estaban dibujadas unas alas. En el mismo sueño reconocí eso, era el comienzo de mi carretera en mi viaje, entonces vi como poco a poco el camino avanzaba a una velocidad increíble, de pronto frenó en seco y a mi alrededor solo habían nubes, pero yo ni me moví, solo observaba.

Desperté en el salón de Jc, ¿qué hora sería? Llamé a Jc con un grito suave, recordé que había salido pero me sorprendía que siguiese fuera, pero bueno yo paso.

Me encontré con más energía y mucho mejor, así que cogí mi guitarra la observé tratando de inspirarme, entonces recordé lo que hacía antes de irme de viaje con mis canciones. Busqué una hoja, un lápiz y un mechero, volví al salón, me senté con energía y que empiece la magia.

Mis dedos punteaban la guitarra enérgicamente, mi vivavicidad era de total embriaguez, desprendía alegría nota tras nota y en mis dedos sentía la presion de las cuerdas, pero la costumbre de tocar hasta que las cuerdas propias me cortan me ha insensibilitado la yema de los dedos.

Un Corazón Y Una GuitarraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora