Destino y Seducción.

Capítulo Seis: Todo un caballero.

Sophia se tomó las pastillas, se lavó los dientes y se fue a ver televisión a la sala donde había una pantalla plana grande y no se dio cuenta en qué momento se quedó dormida, cuando en un momento sintió como que volaba pero era Ethan quien la llevaba alzada hasta la recamara.
-¿Qué haces? Le dijo ella media dormida.
-¡Te has quedado dormida en la sala y hace frío, sólo te llevo a la habitación, no te preocupes! Llegaron a la habitación y él la acostó en la cama acobijándola, en el momento en que él lo hizo ya ella había vuelto a dormirse. Ethan la acostó y se quedó viendo cómo dormía Sophia, cómo respiraba de una forma tan tranquila y lo hermosa que era.
Ethan:
Viendo cómo duerme Sophia de una forma tan tranquila hace que quiera acostarme con ella pero no puedo, ella me teme y no confía en mí, tiene razón no me conoce, sólo me ha visto dos veces y en la segunda vez que me ve está en mi departamento, no puedo pretender que de una esté tranquila, ella es tan diferente a Natalia, mientras que Sophie deseaba irse porque no quiere ser una carga o un estorbo cosa que no es, Natalia desde la primera noche ya se creía la dueña y señora de aquí. ¡Mierda hombre cálmate, no las sigas comparando, te estas yendo por un lugar por el que no debes! Pero ¿Por qué me atrae tanto esta niña? Cierto a ella no le gusta que la llame de esta forma pero ni que pudiera escuchar mis pensamientos, bueno por dicha, porque si no saldría corriendo de aquí.
¡Debo dejar de darle tantas vueltas al asunto, debo prepararme para mañana, levantarme temprano y no sé qué esperar para mañana! Sophia:
Siento como si hubiera dormido durante mil horas y en una nube, esta cama es tan grande y cómoda, es la habitación de invitados pero siendo tan hermosa y grande no me puedo imaginar cómo es la de Ethan, me estiro como un gato y miro mi reloj, por Dios son apenas las 5:45 de la mañana y me siento tan descansada, ya no quiero seguir en la cama y ya no me duele la cabeza.
Llego a la hermosa cocina, vamos a ver qué hay en la refrigeradora ¡Señor está toda llena y eso que es inmensa! Bueno, voy hacer un omelet para cada uno, Ethan tiene de todo, vamos a ver: jamón, tocineta, cebolla morada, huevo, chile dulce, pimienta, sal; bien tengo todo lo que necesito, también tiene frutas, es temprano picaré un poco para los dos, espero que no se moleste por mi atrevimiento, aunque él me dijo que podía cocinar aquí cuando quisiera, bueno también lo hizo porque es todo un caballero pero igual él también debe desayunar.
Cuando ya estaba la fruta picada, los omelets listos y el café perfumaba el ambiente, salía de la ducha Ethan, le había parecido escuchar ruido en la cocina pero no le dio importancia pero cuando olió el café no tuvo duda de que Sophia se había levantado temprano ya que apenas eran las 6:10, por lo que salió hacia la cocina corriendo.
-¡Sophia! -¿Estás bien? -¿Te sientes mal?
-¡Buenos días! Respondió ella y con una sonrisa
-¡No te preocupes Ethan estoy bien, sólo que ya no tenía sueño y decidí levantarme!
-¿Tienes hambre? -¡Ya está todo listo! Le dijo ella.
-¡Gracias, huele delicioso! Respondió él con una sonrisa, pero al salir corriendo hacia la cocina cuando acababa de salir del baño no se dio cuenta que sólo llevaba puesto el jeans azul y que iba sin camisa. ¡Oh por Dios este hombre es demasiado espectacular, tiene el abdomen marcado, una línea fina de vello que baja de su ombligo y ¡No puede ser! ahora que está cogiendo dos tazas veo que tiene dos camanances en su cadera y ¿Qué es eso? ¡Este hombre tiene tatuajes, ahora sí me muero!
-¡Sophia! Le dice en voz alta Ethan para sacarla de su trance. ¡Ay mierda será que se dio cuenta que me lo comía con la mirada!
-¡Dime, mmm perdón! ¡Estaba en otras!
-¿Quieres tu café negro o con leche?
-¡Negro, gracias!
-¡Siéntate, yo te sirvo! Le dijo él. -¡A no! -¡Yo soy una mujer independiente y no soy inútil, me puedo servir yo, sabías! Riendo Ethan le agarro la mano y la llevo al desayunador.
-¡No seas testaruda! -¡Tú hiciste el desayuno, yo lo sirvo y lavo los platos!
-¡Bueno, es un trato entonces! Contestó ella con una sonrisa y con un poco de rojo en sus mejillas. ¡Me tengo que controlar con este hombre si es guapo y todo un adonis pero va a darse cuenta que me atrae, ay no, no, no, me muero yo no acabo de pensar eso!
-¿Qué haces Sophie? -¿Cuál es tu ocupación? Le preguntó él.
-¡Soy estudiante de periodismo!
-¡Suena divertido!
-¡Si, me encanta! Y ¿tú qué haces?
-¡Doy clases, soy profesor!-¡Bueno algunas veces, en realidad soy arquitecto pero a veces doy clases!
-¡Ay las clases! Gritó Sophia y se levantó de la silla.
-¿Qué sucede? Le preguntó Ethan al ver su reacción.
-¡Hoy es miércoles y tengo clases! -¿A qué hora entras? -¡A las 8 de la mañana! Dijo ella asustada que no llegaría a tiempo a la universidad y más, que no sabía en qué punto exacto se encontraba el departamento de Ethan.
-¡No te preocupes! Dijo él con media sonrisa -¡Tienes tiempo Sophia son apenas las 6:30, yo te llevo a tu universidad, si quieres! -¡No, no tengo nada que ponerme, mejor me llevas a mi departamento, vivo a 15 minutos de mi universidad, estoy en la universidad de Florida!
-¡Este departamento queda a 30 minutos de ahí!