CAPÍTULO 3

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¿Qué le había hecho yo a esa chica para qué me mirará así? La verdad es que no era agradable que en tu primer día de clase ya hubiera gente fulminándote con la mirada. Al mirar alrededor me dí cuenta de que ella no era la única, la mayoría de las chicas de la cafetería tenían la misma expresión en la cara. Intenté centrarme en lo que estaban diciendo los chicos de mi alrededor, pero me era imposible.

-¿Se puede saber por qué media cafetería me está mirando con odio? -le susurré a Dylan. Él miró alrededor y me dirigió una sonrisa amable.

-Ignóralas.

-Eh, Dylan, ¿de dónde has sacado a ese bombón? -preguntó un chico del fondo.

-Perdona, pero no soy un bombón, soy una persona y además tengo nombre. Quizás deberías aprender a tener un poco más de educación -dije antes de que Dylan pudiera abrir la boca. El chico se quedó callado visiblemente cortado.

-Tía eres mi ídola -dijo el que estaba al lado-. Nunca antes habían conseguido pararles los pie a Tegan. ¿Me haría el favor de decirme tu nombre? Es que está tarde voy a ir a tatuármelo -ahora la que se quedó callada fui yo, ¿qué le pasaba a este tío?

-Ray déjala en paz -dijo Dylan mirándolo seriamente. No me gustaba que la gente me defendiera, me hacía sentir cómo si no pudiera hacer nada por mí misma.

-Me llamo Sarah. Procura que te lo pongan letra bonita, pero espera ¿sabes qué? Te acompaño y así me tatúo tu cara en mi culo -dije y enseguida me ruboricé. Vale, me he pasado. Los nervios me hacían decir cosas que en realidad no quería decir. Ray se me quedó mirando unos segundos y el resto de la mesa aguardaba silencio para ver su reacción.

-Me gusta -asintió-. Tiene personalidad. Va a ser divertido -dijo y lo miré sin entender-. Chicos reunión de equipo.

Todos los presentes se acercaron a él y yo me quedé sin saber muy bien que hacer. Me quedé mirando mi puré de patatas. De vez en cuando, alguno de ellos me lanzaba una mirada y asentían.

-¡Decidido! Bienvenida al club Sarah -dijo Ray y de pronto me encontré entre un montón de cuerpos. ¿Qué diablos le pasaba a estos chicos?


No soy una damisela en apuros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora