-¡Deja de reírte! -me quejé. Dylan no dejaba de reírse y me estaba empezando a agobiar.
-Sabía que te vengaría, pero la verdad Sarah, esperaba más de ti. ¿Ropa de mujer, en serio? Me he divertido muchísimo, de verdad, ahora dame mi ropa que este vestido no me deja respirar.
-Oh, es una pena -ahora llegaba mi tuno de reírme-. Creía que no os iba a hacer falta así que se las he dado a vuestras fans. No te preocupes que se le dará uso, seguramente esta noche dormirán con vuestra camisetas -me miro atónito.
-¿Y nuestros calzoncillos?
-Oh, seguro que los usaran de pantalón.
-¿Estas de coña, verdad?
-Acaso lo estabais vosotros ayer -le pregunté-. Ahora no solo me consideran puta las chicas sino todo el instituto. ¿Sabes qué hasta uno me apuntó su número de teléfono? Estoy pensando en llamarlo, quién sabe a lo mejor es mono y todo.
-¿Qué hicieron qué? -preguntó sorprendido y sacudió la cabeza-. Dame el nombre de ese imbécil y le partiré la cabeza.
-¿Por qué los tío lo solucionáis todo con violencia? Odio las peleas. Además no tienes que pegarle a nadie por mí, sé cuidarme solita.
-¿Prefieres que te dejen el número en tu cuaderno? -me preguntó atónito y me encogí de hombro.
-No creo que vaya a ser peor que ir por ahí en toalla -dije y me fui.
Nunca me había gustado ver a dos personas pegarse, tenía la sensación de que al final la tomarían conmigo. Una pelea verbal me costaba, pero muchas veces la aguantaba.
Al abrir la taquilla cayó otra nota al suelo, ¿es qué no se cansaban ? En está decía "¿POR QUÉ NO ESTÁ EN EL BOSQUE CON LOS DE TU ESPECIE? ZORRA". Este era más original que el de ayer. Hice una bola con él y lo metí de cualquier manera en la mochila. Me dirigí a la cafetería, el menú de hoy era pasta. Ya llevaba un día de experiencia, suficiente para saber que hacer. No sabía dónde sentarme porque aunque Dylan se lo haya tomado bien no creo que los demás también lo hayan hecho. Vi una mesa solitaria al lado de la ventana, me senté allí y empecé a comer. A los pocos minutos un grupo de chicas se sentaron también.
-¿Ya se han cansado de ti? Creí que iba a pasar más tiempo antes de que te tiraras a todos. Suele pasar las chicas para ellos solo somos de usar y tirar -me dijo una rubia que parecía que se acabará de hacer la manicura. Preferí no seguirle el juego-. Aunque sinceramente no sé que han visto en ti -dijo mirándome de arriba a abajo. Apreté los labios en una firme línea.
- Ashley déjala en paz -dijo un chico tras ella. Era uno de la mesa de Dylan, vestido con una falda y camiseta mía-, Sarah ven a sentarte con nosotros.
-¿No estáis enfadados? -le pregunté sorprendida.
-¿Enfadados? ¿Estás de coña? ¿Has visto el peazo cuerpo que me hace la camiseta? -dijo señalándose y me reí-. No nos han presentado, soy Axel.
Me levanté y me fui con él a la mesa de ayer. Esta vez me senté al lado de Axel. Todos me miraron nada más sentarme.
-Eh, Sarah, espero que al menos le hayas dado mi ropa a una que esté buena -me dijo Ray sonriendo.
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No soy una damisela en apuros
Teen FictionSarah es nueva en el instituto High School. Intenta pasar desapercibida hasta que conoce a Dylan, uno de los jugadores de fútbol más importantes del instituto, por accidente y se hacen amigos. Ella al principio no sabe que él es popular y sin darse...