CAPÍTULO III

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< Sevya >

Entré y salí de la inconsciencia tantas veces que perdí la cuenta, me era imposible mantenerme quieta al principio, por lo que al mínimo movimiento me daban otra dosis de la droga. Cuando desperté esta vez me obligué a mí misma a no moverme, sentía todo el cuerpo agarrotado, pero me di cuenta de que nadie me llevaba en brazos, estaba tirada en el suelo de algún auto, no en un asiento, sino que en la parte de atrás de alguna furgoneta o algo así, no sabía cuánto tiempo había pasado o si Izz estaba a mi lado, tan sólo que el motor rugía de forma apresurada.

- Los Guardianes no nos han seguido, señor - dijo una voz

- Muy bien... Llevémoslas de una vez con Mathew - dijo otra

Mathew no estaba con nosotras? Al escapar de la Academia se debe haber separado para que nos perdieran el rastro, muy inteligente de su parte. El corazón se me aceleró involuntariamente al escuchar su nombre, me llegó una patada en las costillas que me quitó el aliento, no pude reprimir el grito de dolor.

- No te conviene hacerle daño - dijo alguien

- Me da igual, estoy harto de cuidar a esta Dhampir

Volvió a darme un golpe y sentí la sangre en mi boca, estaba segura de que está vez me había roto al menos una costilla.

- HE DICHO QUE BASTA!

El grito ensordecedor de uno de los Strigoi hizo que me paralizara una vez más, aunque no fue por demasiado tiempo, ya que sentí que algo a mi lado se movía.

- Has despertado a la Moroi - dijo una voz cansadamente

- Ella está más dormida de lo que parece, falta poco para llegar, no es necesario que vuelvas a drogarlas, Matthew querrá ver en qué estado se encuentran, ruega para que no le hayas hecho suficiente daño

Un silencio sepulcral siguió a aquello, sólo cortado por el ruido del motor, al parecer Izz a mi lado recobraba poco a poco la conciencia, porque se movía un poco más.

- Izz? - dije lo más bajo que pude

- Silencio - me advirtió una voz

No quise tentar a mi suerte, al menos por el momento, tampoco quería que le hicieran algo a Izz, por lo que me quedé quieta en el lugar, también era en parte porque me dolía la costilla, aun sentía el regusto de mi propia sangre en la boca.

< Danila >

Habían ya pasado 24 horas desde que Sev e Izz habían sido secuestradas, estábamos a la espera de información otorgada por los Alquimistas, como también de los Guardianes que habían seguido las pistas por el bosque.

- No hay algo que podamos hacer para agilizar esto? - escuché que decía Misha intranquilo

- No podemos arriesgarnos a seguir una pista falsa - dijo Roberta

- Ya han hablado con los padres de las chicas?

Estaba parado en una esquina en silencio tratando de contener el dolor que sentía en mi pecho por la falta de Sev, sin embargo, la pregunta de Celeste me sacó de mis cavilaciones, levanté la vista y miré a Roberta.

- Ya han hablado con los padres de Sev? - quise saber

- Los hemos llamado a la Academia, la noticia ha sido tratada con sigilo para que no salga del círculo de Guardianes - explicó Dimitri

- No es una noticia para darla de forma indirecta - dijo Roberta bajando la vista

El silencio siguió a aquello, estaba seguro de que los padres de Sev debían de estar sospechando alguna cosa, tenían los contactos como para saber lo que pasaba, en cuanto a los padres de Izz, no sabía que podrían saber.

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