CAPÍTULO VIII

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<Sev>

El sueño espiritual se desplazó como una niebla al tiempo que mi cerebro se despertaba en el mundo físico, un olor ferroso llegó a mi nariz, lo que hizo que antes de que abriera los ojos mis colmillos se expandieran por completo... Era olor a sangre, y mi cuerpo la había reconocido y anhelado.

- Sabía que esto te haría despertar

Era la voz de Brian, lo supe sin siquiera mirarlo, me senté en la cama movida por un deseo irrefrenable y mi vista se fijó en lo que había junto a la puerta, allí el Strigoi sostenía a una persona y la sangre manaba por su cuello.

Sin pensarlo, salté de la cama y casi nos derribó a los tres de no ser por la fuerza de Brian, enterré mis colmillos en el cuello de quien sea que el Strigoi traía y la sangre brotó directo a mi garganta...

Esperé esa oleada de placer que me producía la sangre, pero algo estaba mal, no era aquel néctar, aquel sabor que me embriagaba, tan solo me producía una ligera sensación de apagar mi sed... De pronto algo hizo click en mi cerebro y me separé de ellos varios metros.

- Es un humano - dije con terror al tiempo que me pasaba una mano por la boca para limpiar la sangre

- No sabía que eras tan exigente - rio Brian al tiempo que despachaba al hombre por la puerta

- Esto está...

Antes de poder explicarlo mi cuerpo se convulsionó en un agudo dolor de estómago y vomité la sangre que acaba de ingerir... Caí al suelo con un golpe sordo sin dejar de expulsar la sangre y con ello las últimas fuerzas que me quedaban.

- Qué pasa? - preguntó Brian con un dejo de inquietud en la voz

Quise responder, pero no podía hacerlo, la energía me había abandonado por completo, por lo que me quedé en el suelo mientras cerraba los ojos. Quizás y todo eso era lo mejor, mi cuerpo se estaba apagando, terminaríamos con ese secuestro, con esa hambre que me carcomía las entrañas... De pronto la imagen de Izz apareció en mi mente, ella estaría bien sin mí, la rescatarían, ella soportaría todo esto mejor que yo, le quedaba más tiempo que a mí... Luego recordé a Danila y Adrian, no quería rendirme, quería verlos, los amaba, pero...

- Sevya - escuché una apremiante voz - bebe

Sentí una presión en mis labios al tiempo que me envolvían unos fuertes brazos.

- Vamos... Bebe - repitieron

Apretaron aún más mis labios y esta vez el líquido tocó mi lengua... Era sangre, dulce, espesa y llena de fuerza. Mis dientes respondieron y los clavé en la carne, al tiempo que escuchaba un sonoro gemido de placer, que increíblemente no provenía de mí. La sangre manó en abundancia mientras mi cuerpo recuperaba la sensibilidad, tomé con ambas manos el brazo que tenía aprisionado contra mis labios... Sentí que me levantaban y nos sentábamos en algo más blando y suave... Era Brian quien me tenía entre sus brazos, poco a poco comencé a drenar su energía... Fue como si el hechizo que nos había conectado se rompiera, me dejó sola en la cama de un tirón y se alejó lo más que pudo.

Me arrodillé en la cama queriendo tener más de su sangre, mirándolo con cara del depredador que está a punto de alcanzar a su presa. Me abalancé sobre él, pero cuando llegue donde se encontraba ya se había ido, logrando tan solo darme un sonoro golpe con la puerta.

<Danila>

El sol ya estaba en lo alto del cielo, pero aun así no podía conciliar el sueño, no podía dejar de pensar en ella: qué estaría pasando? Dónde la tendrían escondida? Estarían juntas con Izz?... Me levanté de la cama y empecé a pasear por la habitación... Era hora de que se hiciera algo, lo que fuera, no podía seguir encerrado en St Vladimir esperando por un milagro o un ápice de información que me llevara hasta Sev.

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