CAPÍTULO XV

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< Danila >

Menos de media hora era lo que separaba nuestro lugar de reunión con el que tenían a Sev e Izz retenidas, pero el camino era boscoso y lleno de baches, a pesar de que se notaba que era bastante transitado, por lo que el viaje me parecía eterno.

Iba en la furgoneta junto con la madre de Sev, Adrian y Aiden; los demás Guardianes iban en la furgoneta que nos llevaba la delantera, por el intercomunicador Dimitri y Aiden daban direcciones de donde debían hacer un viraje o tener cuidado con algún punto de vigilancia.

- Hay Guardianes apostados en este punto – escuché a Dimitri decir cuando pasamos una casa que se veía deshabitada – en caso de cualquier inconveniente están dispuestos a ayudar y no dejarán pasar a ningún Strigoi

- Bien pensado Guardián Belikov – lo elogió Hans

- En caso de cualquier fallo, ellos pueden tomar a algún Strigoi para interrogarlo – Misha verbalizó lo que nadie quería decir

- Debemos pensar que todo saldrá según lo planeado – dijo firme Eleni, la madre de Sev

Nadie aportó nada más aparte de indicaciones luego de ese intercambio, yo movía el pie de forma compulsiva y cambiaba la estaca que llevaba en la mano de una a otra de forma reiterada, estaba más que nervioso, noté de pronto que Adrian, que iba sentado a mi lado, colocaba su mano en mi rodilla para que dejara de moverla.

- Todo saldrá bien – me dijo en un susurro – si estas nervioso puede que des un mal movimiento y no quiero que te pase nada malo

- No me pasara nada malo Adrian – le tranquilicé – tan solo estoy ansioso

- Quiero que pongas esa careta de Guardián que tan bien les enseñan a hacer – me dijo con una sonrisa – deja tus sentimientos de lado en este momento y céntrate en el rescate de dos chicas, no pienses en ellas como Sev e Izz

- No creo que pueda hacer eso – dije sincero

- Debes hacerlo, porque de otra forma estarás distraído, y como el infierno que no dejaré que te mates por intentar salvarla

- Nunca pensé que te escucharía decir eso – dije realmente asombrado – pero no te preocupes, no dejaré que me hagan daño esos monstruos

- De igual forma, si no te veo centrado en tu tarea – me advirtió – voy a verme obligado a ocupar la compulsión para que no dejes esta furgoneta

- Tú no serías capaz de hacer eso – me alejé un poco de él de forma instintiva debido a la mirada resuelta que me dio

- Oh si, sería capaz de eso y mucho más por mantenerte a salvo – dijo como si nada – se lo prometí a Sev, no dejaré que te hieran, y ella no soportaría que te pasara algo

Sin querer nuestra conversación había pasado de los susurros a un tono normal, por lo que me di cuenta de que tanto Aiden como la madre de Sev habían escuchado lo que estábamos hablando.

- Qué es eso de que le prometiste a mi hija? – preguntó Eleni mirando a Adrian por el espejo retrovisor

- No es el momento para hablar de eso – dijo Adrian secamente

El vehículo se llenó de una repentina tensión que fue disuelta por las palabras de Aiden

- Estamos llegando – dijo al fin

Los vehículo se detuvieron y todos bajaron a la carrera de la furgoneta de adelante, sin embargo yo era el único que debía de movilizarme de esta.

- Ten cuidado – me pidió Adrian

- No te fíes de lo que ves ahí dentro – me previno Aiden recordando el increíble poder de compulsión de uno de los captores

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