CAPÍTULO XVI

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<Danila>

El viaje de vuelta a nuestro lugar de reunión en Eugene fue silencioso y lleno de una abrumadora sensación de tristeza, la cual amenazaba con tragarme y no dejarme ir, pero había alguien que estaba peor que yo, y ese era Adrian.

- Debíamos ser capaces de llegar antes de que se dieran cuenta de nuestros planes - dijo molesto

- Algo debe haber salido mal - aventuró Aiden

- Ellos tienen los sentidos más desarrollados que nosotros, pueden haber notado el ruido de los motores - dijo la madre de Sev

- La Señora Astakhov tiene razón - dije de forma cuidadosa – ellos estaban atentos a cualquier tipo de amenaza, así como trazaron el plan para secuestrarlas en la Academia, es como deben haber tenido un escape listo en caso de cualquier cosa

- Cómo es que estás tan malditamente tranquilo? – Adrian me encaró – no estas ni un poco molesto por todo lo que está pasando?

- No es algo que podamos discutir en este momento – dije apretando los puños

- Por qué mierda siempre tienes que ser tan centrado – siguió Adrian

- Detente Adrian – pedí apretando los dientes

- Chicos creo que... - intentó interrumpir Aiden

- No me detendré... - continuó furioso Adrian – siento que perdimos la única oportunidad que teníamos de tenerlas de regreso, el corazón me duele de una manera que no puedo dimensionar, el Espíritu está ganando la batalla en llevarme a la locura en esta situación... y tú...?

- Yo qué!? – exploté al fin – que quieres que te diga Adrian?... estaba esperando poder verla, tenerla en mis brazos, poder decirle que ya todo estaba bien, que no iba a tener de que preocuparse... pero tal cual como a ti se te parte el corazón en este momento, a mí me lo arrancaron cuando no pude hacer nada por salvarla el día en que se la llevaron; y ahora debo pasar por lo mismo una vez más, pero no puedo andar gritando a los cuatro vientos que me estoy muriendo por dentro, y sabes muy bien el por qué!, así que no te hagas el inocente o el dolido en esta situación, tu puedes andar llorando por los pasillos tu pérdida, todo el mundo se lamenta porque tu novia no está a tu lado, pero se te olvida que ella también estaba conmigo y me pidió que te cuidara, de mucho antes de que empezara esta relación de los tres, desde el momento en que perdió el control contigo, desde ese día prometí dejar de lado mis sentimientos en pos de tu bienestar y el de ella, así que si te preguntas por qué no me quiebro y lloro y rompo todo lo que esta delate mío, es porque veo tu sufrimiento, veo cuán difícil es luchar con ello y el Espíritu, por eso soy el que mantiene la calma, porque cuando ella vuelva va a saber que así como tu curas mis heridas, yo cuido de ti, manteniéndome entero aunque cueste, para evitar que te derrumbes y así ella te pierda.

Entre todo mi discurso no me había dado cuenta de que la furgoneta se había detenido completamente y Eleni nos estaba mirando a ambos con los ojos como plato. Adrian me miraba seriamente, ya se le había quitado esa mueca molesta del rostro, en cuanto a Aiden, él miraba de la madre de Sev a nosotros como esperando que la bomba explotara.

- Lo siento Danila – se disculpó Adrian – muchas veces olvido cual es la realidad en la cual vivimos, sabes que soy voluble, eso quedo de manifiesto muchas veces, me cuesta controlar mis sentimientos y...

- Está bien Adrian – le interrumpí poniendo mi mano sobre su hombro – sé lo que quieres decir

- Así que eso es lo que han estado ocultando todo este tiempo – dijo Eleni uniendo las piezas – por eso es que decías que era parte de la familia – se dirigió a Adrian

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