Vamos Lejos

4: Hablando

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Caminamos un buen rato hasta el norte donde Kouga dejo a los lobos.

Nos quedamos frente a un rio y vi a Kouga sentarse y apoyarse contra un arbol.

Me quede depie mirando al rio hasta que Kouga hablo.

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—Nunca pense que te casarias con alguien que no fuera kagome. —Dice de repente.

Lo mira. —Me canse de esperar... —suspira.

—Ya veo. Espero que sea feliz. —Sonrie mirandole.

—Gracias y ¿tu como vas con Ayame?. —Alza una ceja

Suspira fuertemente. —No quiero quedarme con ella. No la quiero.

—Ya se sabia eso pero, ¿porque ahora? kagome no esta.

—Bueno..

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La brisa sopla fuerte, moviendo los cabellos de los dos jovenes..

Sus miradas fijas, uno esperando una respuesta a el repentino cambio y el otro con la respuesta atorada en la garganta.

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—Amo a alguien diferente pero, se que no me correspondera. —Cabizbajo.

—Lo siento, espero te corresponda, como fuera. —Sonrie a medias.

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Kouga no le aparta la mirada, tratando de explicarle algo con los ojos pero, el platinado no ve esa explicacion silenciosa.

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—Kouga, espero que todo este bien, ya tengo que irne. —Lo mira un rato mas.

—Bien igual contigo y tu...  —penso decirlo pero, tenia que..  —Mujer. —Sonrie forzado.

—Gracias, adios. —Sale saltando al sur.

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Dos meses pasaron.

Tengo algunos problemas con mi mujer y siempre que peleamos me voy con cualquiera chica que ya conocia en la aldea de kaede.

No tenia remordimiento de hacerlo con ellas.

Estaba empezando a cansarme de Yukira.

Sabia que esto del matrimonio era para salvarla del castigo de su padre pero, ya me estaba colmando su forma de ser.

Desperte en una cabaña, en un futon junto a una aldeana que conozco hace dias.

Me vi cubierto de la cintura para abajo con sabanas y la mujer a mi lado con sus senos. descubiertos

Ella empezo a despertar y se abrazo a mi.

—Inuyasha. —Beso mi pecho.

—Mitsuki. —La mire al ella mirarme. —Tengo que irme. —Empece a sentarme sobre el futon

—¿¡Que!? Ya ¿porque?. —Se sienta sobre las piernas de inuyasha, abrazandole por el cuello, la sabana aun cubriendole un poco la aparte baja del cuerpo.

—Mitsuki, sabes que estoy casado, soy el lord del sur debo volver ademas espero un hijo, te dije que me iria en la mañana. —Agarra con sus manos el menton de ella.

—Yo no quiero que te vallas, yo te amo. —Empieza a llorar.

—Lo siento, ya estoy casado. —Le besa la mejilla.

—Tu no la quieres, si no fuera asi no me buscarias.

—En parte es cierto lo que dices, no amo a mi mujer solo la quiero, es igual contigo y todas las que conozco solo las quiero pero, con mi mujer ya estoy casado solo por mi hijo y para evitarle problemas a ella. —Le quita las manos a la joven de su cuello. —Por favor mitsuki, debo irme.

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Me beso antes de separarse.

Le correspondi, igual ella fue muy buena en dejarme pasar la noche con ella y acambio yo la satisfacía  sexualmente.

Todos ganamos.

Una vez vestido sali por la ventana para regresar a palacio.