16: En la noche

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Después de cenar con Yukira y Kouga, me fue a respirar aire fresco fuera del castillo, dejando a Yukira molesta porque no quería pasar la noche temprana con ella, sólo le dije a regañadientes que quería estar un rato sólo.

Sobre un árbol, sentado mire la luna llena, en eso el olor de Kouga me llegó de golpe y ladeó la vista y lo veo en una rama de pie, a lado mío, con el cabello suelto, una yukata roja con dorado y un brillo en los ojos, dejándome a entender lo que quería, lo ví saltar hacia otro árbol y levantándome de donde estoy sentado, voy persiguiendolo.

Lo alcanzó al este quedar sobre un árbol de una rama muy gruesa donde los dos podemos estar de pie a la vez sin miedo a caer.

Me acerca hasta él y apoyando una de mis manos sobre el tronco sobre su hombro, agarre con mano libre su mejilla, acariciandola.

—Sabes que desde aquí pueden olernos... —lo dije mientras lo miraba fijo.

Niega. —si comemos esto, nuestros olores no se mezclaran ni se sentirán. —enseña unas hojas verdes de alguna planta.

—¿Que son? —tomo una de las hojas.

—Un remedio que tenemos los lobos para ocultar nuestro rastros de nuestros enemigos. —termina de hablar y se mete la hoja en la boca para masticarla y tragarla.

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Al terminar de hablar Kouga sólo hice lo mismo que él, también me comí la hoja y continúe con besarlo. Él me correspondió de inmediato, abrazándome por el cuello, con sus brazos mientras yo lo alce con mis brazos, sus piernas para que me rodeara con ellas la cintura, acaricia con mis manos sus piernas descubiertas con descaro, con una de mis manos la lleve hasta tocar uno de sus glúteos y baje mi mano hasta su ano, él jadeo al tacto y se tenso un poco, acerque mi labios a la marca a su cuello y la lamí.

Él gimió bajo apretandome un poco con sus piernas mi cintura, metí más mi dedo en su cavidad él arqueo más su espalda contra el tronco del árbol, mientras sus manos reposan sobre mis hombros.

Sentir la cola de Kouga sobre mi brazo, mire su rostro y ví el sonrojo en sus mejillas, sonreí mostrándole mis colmillos y empeze a mover mi dedo de adentro a fuera un poco rápido en su ano, él empezó a gemir bajo entrecerrado su ojos, mientras jadeos y gemidos leves salían de sus labios.

—Inu...Inuyasha. —gime mi nombre con los ojos entrecerrados.

Susurra en el oído del lobo. —tranquilo, disfrútalo porque nos tendremos que separar mañana hasta varios días. —muerde el lóbulo de Kouga, al terminar de hablarle.

Jadea. —Te amo, Inuyasha pronto seremos sólo nosotros y tu hijo. —agarra las mejillas del platinado.

Sonrie. —Si pronto sólo tenemos que esperar, nos encontraremos en un lugar "X" ahora sigamos disfrutando.

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Le dije y lo besé, una vez saque mi dedo de su ano, él jadeo en protesta pero mi beso callo lo que probablemente diría.

Separe mis labios de sus labios y con mis manos, solté el nudo de su yukata «que aun me pregunto, porque la tiene si el es un jodido hombre, talvez es de su mujer» deje de lado eso y con su pecho, abdomen y vientre alto y bajo «su pene erecto» admire a mi antojo, pase una de mis garras sobre sus tetillas y el gimió leve, sonreí por eso y bajando mis labios, agarre un de sus tetillas con mis colmillos torturandolo un poco mientras con una de mis manos agarraba su erecto pene, para empezar acariciarlo, medio rápido, corriendo la piel de sobre su miembro. Kouga jadeaba en búsqueda de aire, mientras arqueaba la espalda, contra el tronco y sostenía este con una de sus manos.

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