Capitulo 7: Comienza el viaje, y el complot mortal.

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Al día siguiente, Octavio ya estaba listo para irse de viaje a México. Con sus dos maletas en la mano, Octavio salía de su casa, metía las maletas en el maletero, y estaba listo. Octavio le da un beso de despedida a Sofia, su esposa, y se sube a su carro. Guillermo y sus hermanos se despidieron de su padre.

 -Buena suerte-dijo Guillermo.

Octavio condujo rumbo al aeropuerto Rosario de Funes, en donde Renard tenía su flota de Jets privados solo para él. Octavio llega, y se encuentra con Renard, y Fernando, quienes estaban enfrente del avión, esperando a Octavio. Fernando le dijo a Octavio que le diera las maletas al sirviente de Renard, para que las metiera al avión. Mientras metían las maletas de Octavio al avión, Fernando se iba a su casa en Funes.

Octavio subió al avión, y se sentaba en su asiento, y en un par de minutos, el avión despegaba rumbo a México. Dentro del avión, las aeromozas atendieron a Octavio y a Renard, ofreciéndoles café. Luego, ambos empezaron a hablar.

 -Cuando lleguemos a México, ud. conocerá a algunos de mis contactos-dijo Renard mientras tomaba su taza de café-.Gracias a ellos, el Gobierno Mexicano nos permitirá buscar su Códice.

 -Claro. El Códice-dijo Octavio tomando su taza de café-.De seguro son muy importantes sus contactos.

 -Oh si. Muy importantes-dijo Renard halagado-.Pronto los verás, Octavio. 

Mientras, Guillermo y sus hermanos estaban en su casa, sentados en la mesa, comiendo junto a su madre.

 -¿Y uds. creen que el dichoso códice está en el mar?-preguntaba Lucas a sus hermanos.

 -Sí, está allí-respondió Guillermo-.Está allí puesto.

 -Y parece que nuestro padre quiere que Guillermo sea como él algún día-agregó Ariana-.Lucas, creo que vos estás subestimando esto que pasa aquí en Argentina.

 -No sé de qué estás hablando vos, hermana-dijo Lucas-.Pero es verdad que esto está mas allá de lo que imaginamos, Ariana.

 -Cierto-dijo Lucas.

Mientras, el avión en donde viajaban Octavio y Renard aterrizaba en México al fin. Una vez dentro del aeropuerto mexicano, Renard le presenta a Octavio 5 arqueólogos mexicanos que venían con uno de los contactos de Renard en el Gobierno Mexicano, un hombre llamado Edgar. A continuación, todos se suben a una camioneta, para ir a uno de los puertos de México para irse a la mar.

 -Vaya, vaya. Ud. debe ser el arqueólogo argentino del que Renard me hablaba-dijo Edgar sonriendo-.Es un placer conocerlo al fin, sr...

 -Octavio Martinez. Ese es mi nombre-dijo Octavio-.Renard me hablaba mucho de vos.

Octavio, Renard y todos los que los acompañaban, después de llegar a un puerto mexicano, se subieron a un barco, y se fueron a las coordenadas del códice, el cual estaba literalmente, en el fondo del mar.

 -¿Crees que ese argentino lo logre, amigo Renard?-le preguntaban a Renard-.Hay magia en ese lugar. Magia muy antigua. 

 -Lo va a lograr. Lo logrará-respondió Renard-.Traerá el códice a nosotros.

Después de varias horas, con la tecnología pagada por Renard usándose, y todo lo demás, era subido al bote el códice brije en todo su esplendor. Octavio se acerca al códice, y emocionado, lo toca. Al instante, el códice flota en el aire, destella y se encoge ante la mirada atónita de Octavio y los demás. El códice, ahora del tamaño de un plato de porcelana, bajaba mágica y gentilmente a las manos de Octavio. Octavio toma el códice brije y muestra el códice brije a todos. El códice que ahora estaba en manos de Octavio. Renard quedó sorprendido al ver el códice.

 -¿Es este, el legendario Códice Brije?-preguntó Renard intrigado-.Esperaba que no se encogiera de esa forma.

 -Si hubiera sido mas grande, no podría cargarlo-respondió Octavio.

Después de esto, Renard, Octavio y los demás regresaron, y subieron a la camioneta rumbo al museo de historia. Octavio, Renard y los demás esperaban al guardia de seguridad. Al momento, el guardia de seguridad llega junto con 4 agentes del Gobierno Mexicano, liderados por un hombre llamado Gustavo Garcia. Gustavo, después de oír a Octavio hablando sobre lo que habían encontrado en el océano pacifico, región oriente de México , volteó hacia los agentes.

 -Octavio, acompáñenos. Ud encontró el códice, y sera ud. quien lo guarde en este museo-dijo Gustavo-.Como una pieza encontrada en un importante sitio arqueológico, ud. Octavio, decide dónde guardarla.

 -Sé dónde guardarla-dijo Octavio.

Gustavo y los agentes llevaron a Octavio a un almacén por el que solo accedía personal del museo. En ese almacén estaban guardados infinidad de objetos, antigüedades y demás cosas, todo en enormes cajas de madera. Octavio fue el primero en pasar, y Gustavo y sus agentes, los siguientes. Una vez dentro del lugar, Octavio y los demás comenzaron a recorrer el lugar.

 -Aquí guardamos todos los objetos antiguos y demás cosas. También lo que no se puede mostrar en las salas-dijo Gustavo mostrando lo que había en el almacén-.Hay antigüedades chinas, mayas, japonesas, griegas, egipcias, peruanas, etc. Hay mucho de donde elegir, sr. Octavio, lo que ud. quiera.

 -Sabés que nunca dije nada de llevarme nada-dijo Octavio-.Ya los museos de Argentina están repletos de todas esas antigüedades ajenas, sr. Gustavo.

 -Ja, era broma. Estoy de acuerdo con lo que dijo, Octavio-dijo Gustavo riéndose-.Lástima que no haya gente como ud. que se interese en la cultura de países como México.

 -Claro, no hay problema-dijo Octavio.

Mientras, Renard y Rufus estaban afuera del museo, contemplando la fuente. Renard hablaba con Rufus, mientras Garras veía la fuente,  cerca de Renard y Rufus.

 -Esta fuente, dicen que contiene la pieza que falta para complementar el códice-dijo Rufus a Garras-.Garras, mi más fiel aprendiz, veo una batalla que comenzará en unos años. Una batalla con resultado adverso, pero que será el comienzo de una pelea peor que esta.

 -¿Otra visión futura maestro?-preguntó Garras-.Interesante.

 -Garras, puedo ver que la oscuridad estará destinada a perder tarde o temprano, pero no será-respondió Rufus-.Tendríamos victoria en derrota, porque no daremos nuestro brazo a torcer.

Mientras tanto, Octavio sale del museo después de su rato con los agentes del Gobierno Mexicano, y después de guardar el Códice brije en el museo. Este códice, sin embargo, desatará grandes sorpresas a partir...de ahora.





Brijes la Precuela: Réquiem de una gran batallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora