Capitulo 8: La estadía en México.

61 1 0
                                    

Octavio encuentra a Renard, frente a la fuente en el museo, y le habla acerca de las cosas que vio en el almacén del museo. Renard quedó complacido al escuchar todo.

 -¿Guardaste el códice?-preguntó Renard-.Seguro lo guardaste en el almacén, como dijiste.

 -Parece que vos me formulás preguntas que ni me das tiempo de responder-respondió Octavio.

 -Perdón por esa. Pero te informo que tus cuentas en Argentina y México ya están aumentadas-dijo Renard-.Como dije, he escatimado en sus gastos sr. Octavio.

 -Vaya, parece que tendré una buena estadía en México-dijo Octavio complacido-Se lo agradezco mucho, sr. Renard.

 -El placer es mío, sr. Octavio-dijo Renard.

 -Claro. Será una estadía de 4 días-dijo Octavio-.Voy a quedarme en ese tiempo.

 -Como quieras Octavio-dijo Renard-.Disfrute su estadía.

Una vez que Octavio se fue, Renard sonrió malévolamente.

 -Se ve que aprecia mucho a su amigo Octavio, sr. Renard-dijo Garras-.Hace mucho tiempo solía tener amigos como ese tipo.

-Sí. Supongo que cuando termine lo voy a desechar-dijo Renard-.El Umbracameo Artafernes ve a Octavio como una amenaza a nuestros planes. Los tuyos, y los míos. Ni mas ni menos.

-Entiendo tu preocupación, Renard. Yo también pienso lo mismo-dijo Garras sonriendo malévolamente-.Es mejor eliminar una futura amenaza antes de que haga daños. Pero yo que tu dejaría que el sr. Octavio disfrute, y después lo desechamos.

 -Ya lo entiendo, Garras. Esperaré hasta que se le terminen los 4 días a Octavio-dijo Renard sonriendo-,y después impediré que Octavio abra la gran bocota y divulgue lo del códice brije. Para que nadie sospeche de nosotros, se van a morir algunos inocentes en el proceso.

 -¿Hablas de orquestar un accidente aéreo?-preguntó Garras con algo de miedo-.Parece que el Umbracameo Artafernes te dio una orden demasiado directa. ¿No crees?

 -Demasiado directa. Si no fuera porque el desgraciado tiene esposa e hijos. Pero órdenes son órdenes-respondió Renard serio-.Hay que cumplir esas órdenes sin importar el costo. Y vaya costo el que hay que pagar.

 -Entiendo. Antes de que Elmer tenga el Umbracameo activado debe aprender sobre los secretos de la oscuridad, sr Renard-dijo Garras con interés-.El estará listo para cuando la oscuridad lo contacte, sr. Renard.

 -Así será. Pero eso será para después-dijo Renard-.Elmer tiene mucho que aprender, por ahora.

Mientras tanto, Octavio comenzaba a recorrer México ahora. Con su par de maletas que buscó poco antes de irse del museo, y que ahora llevaba consigo, Octavio pensó en buscar un hotel antes del anochecer. 

Al caer la noche en México. En ese momento Octavio encuentra el hotel Sevilla Palace, en la Av. Paseo de La Reforma, un hotel 5 estrellas. Allí, Octavio pasaría 4 días de estadía antes de regresar a Argentina. Octavio leía su diario, mientras estaba en su suite en el Sevilla Palace. Pero algo perturbaba la mente de Octavio: el hecho de que a Renard lo acompañaba un brije oscuro.

 -Solo espero que Renard no se meta en problemas-se dijo Octavio.

Al día siguiente, comenzaban los 4 días de estadía en México que Octavio tomaba desde el día en que guardaba el Códice brije en el museo de historia mexicano. Octavio comenzó su día como todos los turistas, comprando una cámara, y ropa para si mismo. Después, Octavio fue a una tienda de souvenires, y compraba un collar de cuero con un dije maya para su hijo Guillermo una vez que volviera a Argentina, y demás parafernalia indígena mexicana.

Después de esto, Octavio se anota para un tour por las Ruinas El Rey, y la ciudad de Tulum, una antigua ciudad ubicada frente al Mar Caribe. Durante esos dos tours, Octavio hacía anotaciones sobre lo que el guía decía.

Después de esos dos tours, Octavio va de regreso al Sevilla Palace una vez que termina. Durante el recorrido, Octavio hablaba por teléfono con su esposa sobre lo que vivía en México. Ya de regreso en el Sevilla Palace, Octavio revisaba su laptop, enviando toda la información de la laptop sobre su paseo por Teotihuacan; vídeos, fotos, grabaciones, la información del hallazgo del Códice brije, todo, a la computadora que tenía en la habitación de su casa en Argentina.

Al caer la noche, también caía una torrencial lluvia con relámpagos y truenos. Durante esa noche lluviosa, cosas muy extrañas sucedían en el museo de historia mexicano. Al día siguiente, todo amaneció muy normal en México. Parecía que nada inusual había sucedido anoche. Octavio mientras tanto, se levantaba para darse un baño.

Mientras, en el museo de historia, habían sucedido cosas extrañas. El Códice brije que Octavio había traído, ¡de pronto era una roca que pesaba una tonelada! El Códice, después de extrañamente crecer a su forma normal, se había pegado a la pared, pero, no del todo. Pero el Códice seguía pegado a la pared de manera mágica.

Mientras, Octavio ya estaba vestido después de haberse duchado y secado. Y justo cuando se ponía sus sandalias de cuero, suena el celular insistentemente. Octavio contesta la llamada, que venía del museo de historia mexicano. Eso hizo que Octavio fuera rápidamente al museo.

Ya en el museo, Octavio entró junto con el guardia de seguridad al almacén del museo, y Octavio comprobaba, que lo que abrumaba tanto a los del museo, era cierto.

 -Sucedió anoche sr. Octavio. Estaba yo haciendo mis guardias nocturnas, cuando escuché un golpe seco, muy duro-explicaba el guardia de seguridad-.Ese Códice brije que ud. trajo, de pronto comenzó a brillar como el mismísimo sol. Luego entré, y vi que el almacén estaba iluminado, y después el brillo se fue. Entonces vi que el Códice pesaba una tonelada, y estaba pegado a la pared, como si una fuerza mágica lo sostuviera.

 -Parece que el Códice quería que yo lo trajera aquí. Si es verdad eso que me dijiste, decido que ese Códice brije se quede aquí en el almacén. De por vida-dijo Octavio tocando el Códice-.Jamas lo manden a exhibir, pues es muy pesado para sacar, y además la gente no está lista para ver esto.

 -Bueno, si así lo decides, amigo argentino, así va a ser-dijo el guardia de seguridad-.¿Pero no cree que esta perdiendo una gran oportunidad de mostrar lo que descubrió?

 -Si vos pensás lo mismo que yo, lo entenderías-dijo Octavio-.Creo que podría ser mejor que ese Códice brije esté en el almacén del museo. Guardado.

 -Creo que debería pensarlo, sr. Octavio-dijo el guardia de seguridad nuevamente-.Pero, vamos a respetar su decisión.

Octavio y el guardia de seguridad estrecharon sus manos durante esas palabras. Y las que vinieron a continuación.

 -No se preocupe sr. Octavio-terminó de hablar el guardia de seguridad-.El secreto suyo, será puesto a salvo. Nadie sabrá que el Códice está aquí en este museo.






Brijes la Precuela: Réquiem de una gran batallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora