Por fin el tránsito hizo de ayuda y pudieron llegar con minutos de antelación al frente del apartamento en South Kensington donde se instalaba Sandra, una de las zonas más elegante de Londres, debido a su proximidad con el palacio de Kensington. El encanto de esta zona reside en los reconvertidos patios interiores de sus manzanas, cubiertos de hiedra, filas de mansiones blancas tipo Mary Poppins con tranquilas plazas ajardinadas. A ello ha de añadirse el excelente acceso que tiene la zona a Hyde Park, Holland Park y Kensington Gardens.
Jan, el chofer que le asiste, gracias a las gestiones de su estimada y aveces insolente secretaria Lucía, sale del auto para escoltar a Sandra a que entre al interior, manteniendo eficientemente la puerta para el trámite y asi poder dirigirse a la cena que se efectuará en el hotel The Montcalm Marble Arch en Wallenberg place.
La pelirroja entra al carro perfumando el interior de este, con el empalagoso olor de su colonia que tanto le incomoda, que ciertamente le tiene harto hasta el grado de producirle náuseas y a riesgo de la mala logística decide abrir un espacio a la ventanilla de su lado.
¿Que mierda le pasó por la cabeza? Para haber escogido a la mujer, que a pesar de su advertencia, sigue con el plan de conquista, al acercarse a su rostro para plantarle un beso en la boca, que muy hábil, esquivó.
La muy ladina sonríe, como si la maniobra anterior, no hubiera sucedido.
— Hola cariño — torso el gesto ante el apelativo romántico y el cual, ella advierte.
— Sandra — vaya con la seca respuesta, si no ha advertido su postura con la rigidez en su semblante, lo debe haber anotado con su saludo.
— Tu secretaria no me informó con exactitud, la dinámica de esta cena, solo me advirtió lo elegante que es esta, Nathan.
— Te pondré al corriente enseguida, antes de que lleguemos al hotel. Es una cena del gremio de ingenieros — por el rabillo del ojo, observó el mohin de fastidio en su boca. Presiente que la velada se le hará larga, suspira... — Se me hará la entrega de un premio y tendré que decir unas palabras a la concurrencia.
— Se me antoja de lo más aburrido, la velada que me presentas.
¡Pero que cojones!
Faltaba no más, que no le colaborara en su propósito esta noche y terminara por dañar la entrevista con McPherson. Intenta decirle, pero se le agota el tiempo, ya que han llegado al hotel y la puerta es abierta por los trabajadores de este. Sale primero y las luces de las cámaras le dejan bizco momentáneamente, toma del brazo a Sandra y al tenerle cerca aprovecha para dejarle las cosas claras.
— Te comportaras como debes, sin dejarme en ridículo, Sandra. Dejarás obnubilado al resto con tu presencia y elegancia, y responderas cuando te pregunten algo. También te informó, que tengo un tanteo de negocio y espero que te comportes a la altura de nuestro acuerdo, ¿Entendido?
ESTÁS LEYENDO
Serie ley y pasión libro 4 Inténtalo tú #NewCreativestar
Fiction généraleQuinta entrega de la serie ley y pasión libro 4. Inténtalo tú. Nathan ha tenido ese tiempo para intentar olvidar al amor de su vida, salió de Galway después de terminar la obra de construcción. No entendió nada del por qué la actitud de Alexandra ca...