Capítulo 12

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Eric

Sexy era candente. Más que candente, estaba loca por completo. Me hizo pasar de la felicidad a la furia, de furia a la incertidumbre, al temor, a la ira y a la lujuria en menos de una semana. Sabía que se vería jodidamente caliente tocándose a sí misma, pero nunca esperé que tuviera una video llamada conmigo mientras lo hacía.

Ambos encerrados en el baño de un avión.

Ambos en el mismo trayecto.

Ambos disfrutando viendo disfrutar al otro.

Ambos en distintos aviones.

En cuanto tuviera a Sexy frente a mí, sabía que la follaría sin importar qué. Sin importar todo lo que me hizo sentir. Sabía, también, que lamería sus dedos hasta la agonía, y usaría los míos en el mismo sitio en los que ella había tocado.

Yo: Jodidamente caliente, regresa a casa y te demostraré lo que mi polla puede hacer en lugar de tus dedos.

Sexy tardó en responder, temí que se había arrepentido de todo el jodido espectáculo que hicimos.

Sexy: Nop. Lo siento, cielito. Voy a tener buen sexo con David y su pequeña polla, así puedo disfrutarte de regreso.

¿Qué? ¿Qué jodida mierda estaba diciéndome?

Sexy: Busca más fulanas, así lo disfrutas aún más cuando yo regrese.

Yo: Estás completamente loca si crees que yo voy a tener sexo contigo cuando regreses.

¿Qué se creía? ¿Qué yo iba a ser el idiota que soportara toda esa porquería? ¿Que iba a esperar las sobras? No. Jodidamente no. Yo soy Eric Briggs, y no obtengo las sobras. Yo dejo las sobras.

Sexy: Como quieras, tengo que irme. Supongo que voy a quedarme más tiempo aquí si no vas a recibirme "correctamente."

Apreté mi teléfono en mi mano, hasta que mis nudillos se pusieron demasiado blancos. Lucas me dio un codazo.— ¿Qué sucede contigo?

—Nada.— balbuceé, algo furioso. ¿Primero me dice que quiere mi polla, tiene sexo teléfonico conmigo y luego dice que va a tener sexo con otro? ¿Qué espera la muy perra?

—Entonces, ¿Vas a decirme por qué este maldito viaje improvisado?— preguntó Lucas, inclinándose hacia mí. Se sentó junto a mí porque no soportaba a Aaron, y Elias roncaba. No tomaba mucho tiempo hasta Las Vegas pero Elias se dormía facilmente.

Sacudí la cabeza y dejé caer el teléfono sobre mi regazo.— Te lo dije, hay un concierto que cubrir. Me pareció una buena oportunidad. ¿Necesitas más razones?

—No.— bajó su mirada y se echó hacia atrás, pero pronto se inclinó de nuevo.— ¿Cómo van las cosas con Aspen?

—¿Y a ti qué te interesa?— lo ataqué, porque hablar de ella nunca fue algo que hacía con la banda. Tenía mi vida profesional y a Aspen apartados, incluso cuando ella también era parte de lo profesional.

—¡Solo quería ser amable! Eres un cretino, solo... Sólo quería hacer conversación, quería contarte... Olvídalo.

Fui egoísta y lo noté cuando Lucas comenzó a soltar su cinturón de seguridad pero pronto lo sujeté del brazo.— L-lo siento, Lucas, yo... Aspen y yo estamos bien, nuestra, uhmh, relación es algo particular, ¿Sabes?— Lucas asintió, sentándose nuevamente. Parecía que en verdad quería conversar, así que fue lo que le di.— Oí que tienes una hija.

Sabía que estaba casado y tenía una hija, Aspen lo comentó y me sorprendió muchísimo no saberlo. Me sentí mal por no haber preguntado antes, porque él no hubiese confiado en contarmelo.

Sonríe, y dí que me amas (Sonríe y dí que me amas #1) [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora