(Eric)
Esta agente de bienes raíces estaba más buena que la última. Era pelirroja, con piernas largas y sonrisa complaciente. Me gustaba esa sonrisa. Me gustaba ese escote. Me gustaba mucho todo de ella.
Sexy me dio un codazo y gemí mientras me frotaba el estómago, pero ella ni siquiera me miró, solo asentía hacia la pelirroja con el ceño fruncido. Ella estaba diciendo algo de la hipoteca y los arreglos, los gastos que tomaría reparar todo. Sexy no se veía feliz. La tarde anterior me había llamado por teléfono y dijo que contrataría a una nueva agente porque la anterior solo nos mostraba cosas costosas e inútiles.
A mí me gustó la mansión que vimos, incluso si le faltaban decenas de arreglos, pero Sexy dijo que yo era la estrella de rock que no pasaría tanto tiempo en la casa y preferí dejar que ella escogiera. Yo solo me quejaría si era algo demasiado "Aspen" como para soportarlo.
—Pero en un par de años, el precio de la hipoteca será de...— el teléfono de Sexy sonó en su bolsillo y detuvo a Pelirroja con una seña mientras sacaba su teléfono de su bolso.
—Sanders.— contestó, su expresión dura pero con una palabra de la persona del otro lado, su mirada se aflojó.— ¿Qué? ¿Ya estás aquí? Pero, pero... Voy por ti, sí, no estoy haciendo nada, no te preocupes. Te quiero, adiós.
Yo, ciertamente, no era celoso acerca de con quien hablaba Sexy. Habían pasado seis meses desde que "comenzamos a salir", los medios nos fotografiaron por todas partes, en muchas citas y debía admitir que era divertido pasar tiempo con Sexy. No había oído hablar de su familia, pero me enteré de que Wayne, su cuñado, la llamaba porque los niños querían hablar con ella. Mi familia, en cambio (y en especial las gemelas) la llamaban constantemente pero no se habían vuelto a ver desde la barbacoa de la segunda semana.
De todas formas, Sexy era buena amiga, ambos nos acostábamos con otras personas y en estos seis meses, podría haberme encariñado un poco con ella. Y no me gustaba demasiado alguien que la hiciera decir que "no estaba haciendo nada" cuando buscaba casas con su supuesto novio y alguien a quien le decía "Te quiero" sin dudas algunas. Ella nunca me lo había dicho, ni siquiera por la actuación.
Sexy vio de Pelirroja a mí y arrugó el ceño.— Tengo que irme, una emergencia. Busca la casa, Briggs, no compres una pocilga.— me advirtió, entonces volvió a ver a Pelirroja.— Llama si necesitas mi firma, Ella.
Nos dejó a Pelirroja y a mí solos en la casa y le sonreí, mientras ella me veía confundida. De todas formas, recorrimos la casa por un rato, pero vi muchas cosas de las que Aspen se había quejado en otras casas. Entonces, volvimos a la entrada y Pelirroja se aclaró la garganta antes de preguntar,— ¿Ustedes siempre se hablan así? Parecen tan...
—Solo en público, estamos en una de esas mierdas de "No demostraciones públicas"— inventé, porque estaba seguro de que Sexy me había dicho algo por si alguien preguntara. Pelirroja asintió, pero dio un paso más cerca y tocó mi hombro.
—Pero, tú eres una estrella de Rock, y con todos los rumores de que eres el dios del sexo...
—Lo soy, amor, eso no es ningún rumor.— murmuré, permitiendo que su pequeña mano bajara para meterse debajo de mi camiseta. Tocó mi abdomen y abrió la boca impresionada.— ¿Quieres ser parte de un milagro?
—¿Un milagro?— preguntó ella, fingiendo confusión, mientras que con su otra mano abría la parte superior de su camisa.
—Voy a darte más orgasmos de los que tuviste en tu vida, será algo normal para mí pero para ti será algo...— mi teléfono sonó en mi bolsillo y suspiré mientras lo sacaba. El número de Aspen se iluminó en la pantalla y fruncí el ceño.— Espera...— le dije a pelirroja y salí de la habitación para atender.— ¿Qué ocurre, Sexy?
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Sonríe, y dí que me amas (Sonríe y dí que me amas #1) [TERMINADO]
RomanceDos personas. Un trato. Una familia. Y una tonelada de mentiras... Luego de muchas relaciones destinada al fracaso y varias citas que no dejaban ninguna potencial pareja, Aspen Sanders decide que antes de cumplir los treinta necesita casarse y tener...