Eric
—Bien, regresamos al aire en cinco, cuatro, tres...
Las luces del estudio estaban encendidas de nuevo e iluminaban directo a mi cara y a la de los chicos. La luz de este programa era más fuerte que otras pero me acostumbré rápidamente. Alrededor de esta semana habíamos estado en veinte programas, día, tarde o noche. Esta era sólo una entrevista más.
Intenté, como todas las veces, hacerme pequeño, que la atención no cayera en mí, pero como todas las veces, era inevitable. Yo era el foco de atención desde semanas.
—Así que, Eric, ¿Cómo estás llevando las responsabilidades que tienes? Representante de la banda, administrando las giras pospuestas y a punto de ser padre, todo al mismo tiempo. Es increíble.— dijo Kathy, nuestra entrevistadora de hoy.
—Bueno, es difícil. No soy un super hombre, pero repartí tiempos para cada uno. Alguien tiene que ser el responsable, después de todo, ¿No es cierto?— respondí con una sonrisa, la misma sonrisa que había estado utilizando estas semanas en todas las entrevistas.
Desde que la banda se había quedado sin representante y Aspen había mejorado (al igual que nuestra relación), alguien debía hacerse cargo de todas las "cosas legales", y ese alguien, era yo. Contratos, entrevistas, grabaciones, conciertos, giras, para todo se recurría a mí y Casey, que tenía estudios legales, ayudaba como mi asistente y asesora. Demasiado cerca, según Aspen, lo que le molestaba demasiado pero ella confiaba en mí.
Confianza. En mí. En ella misma. Lo que era asombroso. Realmente asombroso.
Hacía una semana atrás habían pasado las temibles treinta y un semanas y no había rastro de la bebé, lo que me hacía pensar que esperaría hasta sus adecuados nueve meses antes de nacer. No es que Aspen no me informara si se sentía a punto de tener al bebé o no, fotos, mensajes, me los enviaba cuando podía, respondía los míos cuando ella tenía tiempo. La muy terca no quería dejar su escritorio hasta que tuviera licencia de maternidad, así que estaba llamándome cuando tenía tiempo libre entre citas y presentaciones.
La habitación de Cam no había tenido demasiada colaboración mía. Papá la pintó, las gemelas dibujaron. Las instalaciones para un movi y lamparas, alfombras y muebles fue trabajo de Wayne y Aida quien se acercó a ayudar, aunque no creía que ellos se hubieran arreglado. Mamá tejió decenas de cosas, suéter, medias, mantas, en fin, bastante cosas. Toda la familia le obsequió ropas y peluches (en especial, Justin y Tamara), incluso su madre le regaló una manta. Lo único yo aporté, fue una mecedora para ella, para cuando quisiera hacer que Cam se durmiera en sus brazos. La ensamblé, al igual que la cuna, y Aspen se sentó en ella (en la mecedora) conmigo. Transportamos un sillón pequeño y acolchonado para cuando yo fuera allí a la habitación y pasamos la noche acurrucados en ella, soñando con el futuro que teníamos por delante.
Extrañaba tener tiempo para holgazanear con ella, para estar en el sillón y ver televisión, o abrazarla y sólo sostenerla. Era frustrante, porque cuando yo tenía tiempo libre, ella no y si lo hacía, eran sólo minutos antes de que debiera salir o arreglar algún contrato. Ella debía estar descansando, aprovechando nuestro tiempo juntos, no trabajando. Ella tendría a nuestro bebé pronto y continuaba trabajando. Mujer terca.
—¿Cómo está tomando esto Aspen? Debe ser difícil para ella que estés lejos de casa cuando está embarazada.— dijo ella, cruzándose de piernas. Me rasqué el cabello, ¿Qué podía decir a eso?
Podrías ponerte a llorar, porque sabes que es más duro para ti que para ella.
—Bien, ella... Aspen es muy comprensiva, y con las responsabilidades que tiene ella en su empresa, casi no nota que no estoy. Aunque agradezco al cielo que pueda pasar cada noche con ella en mis brazos, porque la extraño cada minuto que estoy lejos de ella y nuestra bebé.— murmuré, entristeciéndome de repente. Como cada vez que pensaba en el tiempo que ya no pasaba con Aspen.
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Sonríe, y dí que me amas (Sonríe y dí que me amas #1) [TERMINADO]
RomantikDos personas. Un trato. Una familia. Y una tonelada de mentiras... Luego de muchas relaciones destinada al fracaso y varias citas que no dejaban ninguna potencial pareja, Aspen Sanders decide que antes de cumplir los treinta necesita casarse y tener...