24.¿Estás bien?

526 15 0
                                    

3 Semanas después.
En todas estas semanas no ha pasado nada interesante, la misma rutina de siempre, bueno lo único interesante y fascinante que pasó fue que mi madre habló con Jace sin ningún tipo de indirectas muy directas sobre qué Jace es una mala influencia, todo lo contrario, se hablaban tranquilamente como si fueran amigos de toda la vida y a veces se reían juntos.
No sé si era un sueño o de verdad se llevaban bien, pero estoy feliz de que mi madre acepte que Jace está conmigo.
Lunes.
Suena un sonido desagradable, que me indica que me tengo que despertar y comenzar un nuevo día, un precioso lunes, ¡Mi día favorito!
Creo que se notó el sarcasmo, ¿No?
Me levanto y cojo unos pantalones de tiro alto ajustados y una camiseta negra con unas letras en blanco.
Una vez que ya me he vestido, bajo las escaleras para ir a la cocina a desayunar. Cojo mis galletas preferidas y un vaso de leche.
Me las termino y me voy al baño a lavarme los dientes y ponerme un poco de máscara de pestañas.
Escucho el timbre y voy corriendo hacia la puerta a la vez que cojo mi maleta.
Abro la puerta y Jace me da un beso en la frente.
-¿Preparada?-Me dice sonriendo.
-Claro, vamos.
Y como todos los días nos vamos juntos al instituto.
(. . .)
Ya estamos a última hora y nos han cambiado de sitio, donde yo estaba antes, al final de la clase, está ahora Kelsey y ahora yo estoy en tercera fila con Dylan, el más popular.
Dios que mal me cae ese niño, es insoportable con sus bromas sin sentido y sin tener en cuenta su cerebro de chimpancé, pero como es muy guapo pues todas estaban a sus pies.
A Jace se le notaba que estaba muy celoso y cuando digo muy celoso es muy celoso, parecía como si en algún momento Dylan intercambiase alguna palabra conmigo ya tendría el puño de Jace en la cara de ese chimpancé.
Ay mi Jace-digo suspirando.
Él estaba en la última fila con una chica llamada Taylor, yo también estaba un poco celosa pero lo disimulaba, era una chica súper guapa con ojos azules y cabello rubio, su sonrisa era perfecta, además era súper graciosa, pero yo sé que Jace nunca me dejaría.
O eso espero.
Gracias a dios ya habían acabado las clases y si Jace pasaba un minuto más en esa clase observando como Dylan me miraba y enroscaba mi pelo es sus dedos,(Cosa que no me gustaba nada)no soportaría abalanzarse sobre él y todo acabaría muy mal, pero menos mal que tocó el timbre sin pasar nada peligroso.
Jace, cuando tocó el timbre se levantó rápido de su asiento dirigiéndose a mi. Me cogió de la mano y me besó.
Cuando llegamos a mi casa nos dirigimos a mi habitación.
-Juliet, ¿Qué te parece si hoy vamos a la playa?-dijo rascándose la nuca.
-Em...no sé si mi madre me dejará y menos si es contigo que me podrías violar-digo y nos reímos.
-¿Y acaso no crees que yo también pueda tener miedo de que me violes?-me dijo con una sonrisa pícara y levantado una ceja.
-Pues no, yo no soy como tú, ¿Sabes?-dije riéndome.
-Claro...claro-rodó los ojos.
-Bueno voy a llamar a mi madre, para preguntarle si me deja-digo y le sonrio dulcemente.
(. . .)
-¡Que bien, no hay olas!
-Que sosa, si lo mejor son las olas-dice y le doy un leve empujón-Bueno, ¿Quieres bañarte o tomar el sol?-dice quitándose la ropa.
-E...em...de momento tomaré un poco el sol-digo mientras me quedaba embobada con su perfectísima tableta.
No había visto nada mejor en mi vida.
-¡Juliet!, que se te cae la baba cariño-dice riéndose.
-Cállate, ¡tonto!
Mientras charlamos me quito la ropa vergonzosamente, veo como jace mira cada milímetro de mi cuerpo asombrado y mis mejillas se vuelven más rojas que un tomate.
-Ahora el que se le cae la baba es a ti-digo golpeándole en el hombro de broma.
-No es baba, es que sudo por la boca-dice en tono de niño pequeño.
-¡Fooos!, Pues a mí no me vuelvas a besar, que asco-le digo y reímos mutuamente.
(. . .)
-Ya llevamos media hora aquí achicharrándonos, ¿Podemos bañarnos ya?-dijo jace poniendo ojitos de cachorro.
-Si, venga que ya hace demasiado calor-dije abanicándome la cara con la mano.
-¡Bien!-dijo y me abrazó de la cintura.
Corrimos los dos juntos cogidos de la mano y cuando llegamos a la orilla me estremezcí al tocar el agua de lo fría que estaba.
Cuando me di cuenta ya estaba en el agua, por qué de un momento jace me había tirado.
-Aaahh, ¡Te voy a matar!-digo corriendo hacia el a la vez que le salpico-Lo vas a pagar-me tiro sobre el haciendo que se caiga al agua, me coge de los pies y me pone sobre el hombro como si fuera un saco.
-Te acabas de equivocar de persona,cariño-corre hacia el fondo del mar todavía conmigo en su hombro y me hunde, pero me saca inmediatamente, empiezo a fingir que me ahogué.
-¿Estás b...bien?-dice y empiezo a toser más fuerte para disimular mi risa.
-Me muero-digo y no aguanto más y me río con todas mis ganas.
-Con eso no se juega, casi me da algo-me dice serio pero después se ríe.
-Lo siento, pero te la debía-le guiño el ojo y le abrazo, siento su respiración alterada pero después de unos segundos se relaja y me devuelve el abrazo.
Jace.
Casi me da algo del susto, pero en el momento en el que me abraza me siento en las nubes, como si solo estuviésemos ella y yo, nadie más, le devuelvo el abrazo y la acerco más a mí para que no quede ningún centímetro entre nosotros, apoya su cabeza en mi hombro.
No sé cómo no me di cuenta lo bonito que era tener a alguien que quieres y que puedas expresar tus sentimientos sin que te juzgue, poder sentir esa conexión que te hace sentir que estás en el cielo, pero un cielo solo con la persona que quieres,es...es tan bonito.
Ella no me gusta, la quiero, como nunca he querido a nadie.

Un amor adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora