30.Percances

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Cuando se acaba la última clase del día, sinceramente, estaba deseando que se acabase, no soportaba estar otro segundo dentro de esa cárcel con puros estúpidos monos.

Cuando estoy entrando a mi casa, me miro en el espejo del recibidor, veo mi horrendo ojo morado y una pequeña marca en mi mejilla, rápidamente me lo tapo con el pelo para que mi madre no vea nada y me acose a preguntas como suele hacer. Saludo rápido y salgo corriendo a mi dormitorio. Cojo un poco de maquillaje que tengo en el escritorio y me esparzo bastante cantidad por el ojo y la mejilla, una vez que estoy satisfecha con el resultado, bajo hacia la cocina, donde me espera mi madre con un plato de patatas fritas y alitas de pollo.

-¿Por qué subiste a tu cuarto tan rápido y ni siquiera te paraste a saludarme?-Me pregunta mi madre con una ceja enarcada y sus brazos cruzados.

-Es....es qu...que tenía un apuro bueno espero que me entiendas...-Digo muy nerviosa que casi podía sentir una gota de sudor en mi frente.

-Pues no te entiendo

-¿Joder mamá en serio no lo entiendes?

-No

-Que tenia que cagar ¿Lo entiendes ahora?-Digo y por la cara de desagrado de mi madre creo que se lo a creído-¿Que? ¿¡Nunca habías tenido un apuro o que!?- Dicho esto me siento en la silla y empiezo a comer.
Me siento mal por mentirle, pero es por su bien, no quiero que tenga más problemas de los que ya tiene.
Desearía mudarme y no ver a nadie más del instituto.
-¿Por qué?-dice mi madre de repente.
-¿Que?
-¿Qué por qué te quieres mudar?-dice, mierda creo que lo dije en voz alta.
-No sé...-¡No sé que decir!-Es que estoy cansada de ver siempre a las mismas personas, me aburre.
-¿En serio? Es que hacía un tiempo que te tenía que contar algo importante.
-¿El qué?- Pregunté intrigada, a ver, estamos hablando de que me quiero mudarme y ahora me está hablando de una noticia que me tenía que decir ¡Dios espero que no sea lo que estoy pensando!
-Pues- Hace una pausa- hace ya por lo menos dos o tres semanas que me ofrecieron trabajo en Londres donde antiguamente el amigo de tu padre trabajaba, me empezó a hablar y me ofreció un puesto muy bien pagado, es una gran oportunidad para mí, sería un sueño, Juliet.
-¿ Es...es en serio o es una broma?-Digo con un hilo de voz.
Deseaba no ver más a Jace pero tengo las mejores amigas del mundo aquí, no puedo irme sin más. Pero es que todo el instituto está contra mí y parece que yo no puedo hacer nada para remediarlo.
-Sí, hija y quiero que vivamos lo mejor posible y sé que te han pegado en el instituto, me llamaron a casa y no quiero que nadie toque a la hija más bonita, eres lo que más quiero en mi vida y no quiero que nadie te haga daño. Es una oportunidad para las dos, dejar el pasado atrás y disfrutar la vida como se debe.
Te lo quería contar el domingo pero a habido un pequeño percance.
-¿Cuál?
-Pues que hemos tenido que adelantar la mudanza 2 meses antes, ya que me necesita si o si para la próxima semana, y tu instituto ya te admitió por lo que obligatoriamente tendrías que ir el lunes, se que no te he contado nada pero tenía miedo, sentía que está siendo mala madre obligándote a dejar atrás a todas tus amigas, pero ahora sé que es lo correcto.
-¿Pero como quieres que acepte esto en tan solo 4 días, dios mamá ¿Cómo no se te ocurrió contármelo antes?-Una pequeña lágrima resbala por mi mejilla, no me puedo creer que esto esté pasando, aunque me quiera ir, no puedo hacerlo sin más.
-Lo siento hija, te lo iba a contar con dos meses de antelación, pero ayer me llamó Rick (El amigo del padre) y me dijo que me necesitaba urgentemente ya que había dimitido el chico que me iba a sustituir por este tiempo- Me quedo en shock, sigo sin poder creérmelo- Lo siento.
(. . .)
Me despierto como todos los días, me levanto perezosamente de la cama dirigiéndome al espejo que tengo en frente que está apoyado en mi escritorio, tengo pequeñas bolsas debajo de los ojos enrojecidos y como no mi moretón que gracias al hielo que me puse a noche se ha reducido la hinchazón.
La mudanza.
Ya ni recordaba la charla de ayer. Hoy es jueves así que hoy voy a intentar disfrutar lo máximo con mis amigas.
Me dirijo al armario y escojo unos pantalones negros ajustados push up y una camiseta rosa claro pegada, con un poco de escote, de zapatos unas bailarinas a conjunto con la camisa.
Satisfecha con mi look me dirijo al baño y me hago un maquillaje más cargado para tapar además mi ojo y un poco me mejilla pero nada del otro mundo Ya puesta mis dos capas de máscara de pestañas con un pequeño delineado, bajo a la cocina.
(. . .)
-Chicas...hay una cosa que os tengo que decir-Todas se giran para escucharme-Pues que el lunes me mudo a Londres-Digo lo más rápido que puedo.
-¿!QUE TE VAS A MUDAR!?-gritan todas a la vez haciendo que cada persona que estaba comiendo y hablando tranquilamente nos miren.
-Sí, me lo dijo mi madre ayer y ya no hay marcha atrás.
-No puede ser ¿Esto es una broma verdad?-dijo Angie
-Me gustaría decirte que si, pero no y por ello quiero celebrar una fiesta de pijamas mañana como una pequeña despedida, va a ver música y mucha comida.

-Te vamos a echar de menos- Dice Kate con tristeza.

-Si- Hablan todas a la vez

(. . .)

-¿¡Cómo que te vas a mudar!?- Dice una voz demasiado conocida.

-¿A ti que te importa, Jace?-Digo malhumorada.

-Pues bastante.

-Pues no deberías, ya por fin te podrás librar de mi y podrás acostarte con todas las chicas que tu quieres-Digo mirándole directamente a los ojos.

-¿Eso no lo podía hacer ya?- Dios, no recordaba que tenía tanto ego.

-Gilipollas-Digo en un susurro

-Lo sé y se que este gilipollas te gusta- Dice con una sonrisa egocéntrica.

-Creo que te has equivocado de palabras, serían más indicadas las palabras... TE ODIO, sí creo que esas son las palabras acertadas- Ríe

-Esta es a la chica que conocí.

- Pues tu no eres el chico que conocí, tu eras cariñoso, dulce aunque a veces loco y un poco egocéntrico, pero ahora eres...detestable, eres un egocéntrico, creído, mentiroso, manipulador y millones de cosas más. Me arriesgo a decir que tu siempre fuiste así y que solo jugabas un papel para hacerme esa apuesta y así llevarte el titulo del mayor gilipollas que he conocido- Hago una pausa ya que siento que me están saliendo humo por las orejas- Menos mal que dentro de cuatro días me voy de aquí hacia Londres y no voy a volver a verte más-Espeto con odio.

-Sí, yo soy así y eso no lo vas a poder cambiar, pero aunque tu no me crees yo todavía siento cosas por ti, pero ya que tu me odias, pues yo también te odio y por ello no te voy a dejar vivir en paz sea donde sea que estés si me tengo que ir a Londres para verte lo haré, pero escucha- Hace una pausa y se acerca a mi oído- No será con buenas intenciones-Dice y se va con su típica y egocéntrica sonrisa.

Un amor adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora