¿Porque a mi? (En corrección)

⚡Problemas⚡

Rubi Pov

Me encuentro caminando hacia la casa de amatista, su hogar queda en la calle número doce y mi calle es la numero diez, incluyendo que el colegio está a tres cuadras, ósea en la calle número quince.

Comencé a mirar a los lados buscando algo interesante para entretenerme en el camino y al no encontrar absolutamente nada, levante mi vista al cielo soltando un suspiro cansado; tal vez pueda escuchar algo de música. Cuando estuve dispuesto a bajar la mirada en ese mismo instante, sentí que alguien choco conmigo provocando que esa persona cayera al suelo de trasero. Sobe mi pecho un poco adolorido y voltee a ver al responsable, quedando hipnotizado al admirar su belleza.

Es una chica de cabello celestes lacio, carga un vestido azul agua y su mochila de color rosa claro; al parecer se dirige al colegio. Sali de mi trance cuando escuché un quejido proveniente de sus labios, extendí mi mano con intenciones de ayudarla, ella me miro y acepto mi ayuda.

—L-lo siento...—dije avergonzado.

—Está bien—sacude su vestido—fue mi culpa.

—N-no lo fue—la examino de arriba abajo.

El vestido le llega un poco más arriba de la rodilla y se tapa uno de sus ojos con el flequillo; es extraño, pero me agrada. El ojo que tiene destapado es de color azul claro; es hermoso e imagino que el otro debe ser igual.

—Está bien...—aparta su mano y me mira confundida.

Rayos, me le quede mirando por mucho tiempo, ahora pensara que soy raro.

—O-oh—doy un paso atrás—lo siento, me llamo Rubí—sonrió nervioso.

—Zafiro—recoge sus libros.

—Bien Zafiro, ¿A donde te dirigidas? ¿Vas de apuros?

—Voy al colegio, sabes... ¿Qué hora es?

—Un segundo—saco mi celular—son las seis y cincuenta y cinco de la mañana.

Vaya...es tarde.

—Gracias—hace una pausa pequeña—bueno...me tengo que ir, se me hace tarde, nos vemos—alza su mano en forma de despedida.

—Hasta luego...—hago la misma acción.

Es hermosa. Arreglé mi maleta cargada en mi espalda y seguí mi camino, al llegar a la casa de mi prima, no te que no se encuentra esperándome sentada en los escalones fuera de su hogar; debió haberse ido por mi demora. Para comprobar si es verdad, decidí revisar el árbol de su casa, ya que algunas veces se esconde en las ramas para asustarme y al no encontrarla retrocedí; tal vez...este escondida en otro lado. Me acerque a la entrada y toque la puerta, en unos pocos minutos me atendió su madre, la salude amablemente y pregunte por ella, a lo cual me respondió:

—Ya se fue, pero le puedes dar esto por mi—me entrega un almuerzo.

—Claro—agarro la bolsa.

—Gracias—cierra un poco la puerta—es mejor que te vayas, vas a llegar tarde—sonríe.

—Está bien...adiós—levanto mi mano derecha en forma de despedida.

Me di la vuelta cuando la puerta se cerró frente mío, suspiré nuevamente del cansancio y empecé mi camino hacia el colegio. Mi vida es normal, no le veo ninguna diferencia, solamente que mi madre no vive conmigo y mi padre desconoce su paradero, pero estamos bien viviendo sin ella, tres hombres en una casa.

Luego de quince minutos, llegue a mi instituto algo agitado, ya que cuando asegure la hora en mi celular era muy tarde, pero ya estoy aquí, tarde. Me dirigí a mi salón de clases esquivando a los profesores que caminan en los pasillos, pero me tuve que topar con la criatura más horrorosa de este planeta, Jasper.