De nuevo, gracias por los comentarios, nos hacen sentir muy bien♡
P.D: No se sorprendan si cambio la portada de nuevo, estamos buscando una que nos enamore xd
Capítulo 17.
Kay.
Estaba malditamente enojada. Y todo por culpa del maldito fenómeno de Liam. Ni siquiera sabía por qué rayos estaba enojada, pero lo estaba. Y quería matar a todo el mundo.
La verdad es que no debería interesarme lo que pase con ese fenómeno. Él y yo no somos nada.
¡Pero me besó! Le di mi segundo beso. Y no me arrepiento porque fue genial, pero...
Ya ni siquiera sé que sentir.
Las gemelas me llevaron a dar vueltas por la ciudad. Bajaron la capota del auto porque sabían que eso me relajaba. Solo se dispusieron hablar de ropa mientras en la radio sonaba toda clase de canciones que me daban ganas de cortarme las venas.
Cenamos en Mc'Donals y cuando me di cuenta, ya era de noche. Las gemelas me dejaron en casa y se ofrecieron a golpear a Liam, no importaba lo guapo que fuera. No les había contado nada, pero me conocían los suficiente para saber cuál era la razón de mi mal humor.
Saludé a mi familia y le negué la cena a mi madre. En otra ocasión, hubiera cenado por segunda vez, pero tenía náuseas. Seguro fueron las papas fritas.
Subí a mi habitación y lo primero que hice fue mirar la ventana. La de Liam estaba abierta de par en par, pero la luz estaba apagada. Me acerqué y le eché un ojo a la habitación, pero él no se encontraba por ningún lado. Miré al cielo; estaba nublado. Seguramente iba a llover. No quise pensar en que era un poco tarde para que Liam aún estuviera fuera de casa.
Al final decidí entrar en su habitación. Alumbré la habitación con la linterna para conseguir el interruptor de la luz. Lo encendí, y me di cuenta de que la habitación estaba impecable. Hasta la cama estaba hecha, como si nadie nunca hubiera dormido en ella.
-¿Qué haces aquí? -Preguntó una voz detrás de mí. Me sobresalté y di un grito ahogado. Claro que era Liam. Me giré y lo encaré.
-Nada. -Murmuré. Mi vista, sin querer, comenzó a detallarlo, y me fijé en unas pequeñas manchas moradas en su cuello. Tragué grueso. Eran, sin duda, chupones. Sus labios estaban algo rojos e hinchados, también.
Se me hizo un nudo en la garganta.
Busqué en sus ojos algo que me dijera qué estaba pasando por su cabeza, pero su expresión era neutra.
-Regresa a tu cuarto. -Me ordenó. Mis pies se movieron casi solos.
-No tienes que decírmelo dos veces. -Le escupí. Crucé la ventana hacia mi habitación y cerré la mía tan fuerte que me sorprendió que el vidrio no se haya roto.
Chupones. Tenía unos malditos chupones en el cuello.
Comencé a sentir una molestia en el pecho y sentía que no podía respirar. Me calmé un momento; no, no era un ataque de asma.
Decidí ignorar toda esa mierda. No me importaba un carajo. Iba a seguir mi vida igual como antes de conocer a ese fenómeno.
Yo soy Sky Crowley, y no pienso sufrir por nadie. Puedo pisotear a quién me de la gana.
***
Me desperté a las 6am. Me sorprendí a mi misma. Nunca me levantaba a esta hora y menos sin alarma. Me senté en la cama y suspiré. Había soñado que golpeaba a Liam y que luego lo besaba. El sueña había ido genial hasta que lo besé. Yo lo besé.
ESTÁS LEYENDO
Criando a mi novia♡
JugendliteraturLas madres de Sky Crowley de 17 años y de William Crous de 24 años, son mejores amigas de la infancia e hicieron una promesa; sus hijos sin duda se casarían para ser una familia. Pero hay un pequeño problema; ambos se odian a muerte. Liam es un...