Capítulo 38.
Liam.
Después de que vi desaparecer a Sky detrás de las puertas de colegio, sentí que no tenía nada más qué hacer ése día. Sus padres se ofrecieron a llevarme de vuelta a casa, pero me negué completamente, además, tenía que ir a la universidad. Se suponía que hoy presentaría un parcial de Clínica, para el cual no había estudiado.
Pensé en todo lo que había construido con mi intachable promedio. Lo iba a derrumbar a cambio de la semana más feliz de mi vida. Y sentía que valía toda la pena.
Después de que los padres de todos se marcharon y los estudiantes habían ingresado a los dormitorios, decidí caminar a clases. El cielo estaba nublado, y pensé en el primer día que conocí a Sky.
La había detestado con todo mi corazón.
Era increíble. La había odiado con ferviente rencor, de ese de las telenovelas. Y había pasado a amarla tan rápido. Supongo que el amor es algo que nunca esperas. Sólo pasa y ya. Como cuando te caes por correr. Sólo que caes enamorado.
Sacudí las ideas de mi mente. Entré a la universidad y me dirigí a la cafetería, necesitaba un café. No había pegado el ojo en toda la noche. Llevaba dos días completos sin dormir. Simplemente Sky se arremolinaba en mi consciencia y el sueño se esfumaba.
A lo lejos vi a los chicos, estaban desayunando. Me acerqué a la mesa y me senté con ellos. Sebastian me tendió una bolsa con un sándwich adentro y un vaso de Starbucks.
-Pensé que los necesitarías –murmuró.
Le sonreí cortamente y tomé un sorbo del café. Arrugué el rostro al probarlo, y todos soltaron una risa.
-Esto tiene licor –mascullé.- ¿Dónde está el café?
-El bourbon es el café de los machos –dijo Sebastian.- Además te estabas tardando mucho y tuve que tomarme el café. Mamá te hizo el sándwich.
Alejé el vaso de whisky y tomé el sándwich.
-Agradécele de mi parte –susurré.
Comencé a devorar el pan mientras los chicos me miraban, por alguna razón pensaba que sentían un poco de lástima por mí. Claro, luego de acostarme con muchas chicas desde secundaria, mi primera novia es una golfa y la segunda está en una clase de prisión cristiana.
Pero estaba bien. Iba a estar bien. No era como que si Sky fuera a pasar siete años allí. Son sólo siete meses.
No llevaba ni una hora y ya la desesperación me estaba carcomiendo.
-¿Planean mirarme toda la mañana? –Espeté masticando un poco de lechuga.-Si lo van a hacer, avísenme para al menos peinarme un poquito.
Ram se aclaró la voz.
-¿Por fin qué pasó con Moose?
Dejé de masticar y puse el sándwich en la mesa.
-Le di una pequeña lección al chico –dije sonriendo.
Bryan resopló.
-Seguramente lo único que hiciste fue inventar un par de tontas cosas para que el chico se fuera.
Puse los ojos en blanco y continué comiendo mi sándwich. A veces odiaba que me conocieran tanto. Los chicos comenzaron a hablar sobre Montgomery Stanton, un chico que estudiaba en el Allen School y dejó de estudiar porque, al parecer, las carreras clandestinas proporcionan mejores ganancias que una carrera normal.
Maldito Moose.
-Te digo que ganó 20 grandes en la última carrera –Dijo Ram haciendo énfasis en “20”.- El tipo es como un Dominic Toretto. Pero británico, rubio y de complexión delgada. El tipo es un crack.

ESTÁS LEYENDO
Criando a mi novia♡
Genç KurguLas madres de Sky Crowley de 17 años y de William Crous de 24 años, son mejores amigas de la infancia e hicieron una promesa; sus hijos sin duda se casarían para ser una familia. Pero hay un pequeño problema; ambos se odian a muerte. Liam es un...