Capítulo 18.

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Capítulo 18.

Liam.

Lo mejor que pude hacer fue quedarme mirándo cómo Sky se iba alejando, hasta desaparecer dentro de la institución. Suspiré pesadamente y me quedé mirando el piso. Me sentí culpable, pero no sé porqué. No era como si nosotros tuviésemos una relación. De hecho nos odiábamos. A morir. Entonces, ¿por qué tanto drama?

Empecé a caminar a mi auto, entré y le di un fuerte golpe al volante. Agradecí tener vidrios polarizados, de otra manera las personas que iban pasando por allí hubieran pensado que estaba teniendo un ataque. Solté aire y dirigí mi mirada hacia la bolsa marrón que me había entregado mi madre.

-Los padres de Sky saldrán hoy temprano. -Había dicho mamá mientras yo desayunaba-, por lo que le preparé el desayuno. Sé que las adolescentes comen mucho, así que le hice tres sádwiches y metí un Snickers.

-No es tu hija. -Resoplé metiendo una cucharada de cereal en mi boca. Mamá me miró con desaprobación.

-Pero podría –dijo de vuelta-, y si lo será.

No quería arruinar su bella sonrisa diciéndole que no podía convivir con ella por más de 10 minutos. Me había rehusado a darle el desayuno cuando pasara por ella y a cambio me apuñaló por detrás viniéndose con ése idiota con estúpido acento británico.

Cerré los ojos por un momento y sonreí para mí mismo. No iba a permitir que esto entrara en mi cabeza y me atormentara.

Tomé la bolsa de papel, saqué el Snickers y comencé a comerlo. Esto era lo que necesitaba.

**

Hoy solamente tendría una hora de clases, odiaba los viernes. Era como gastar energía viniendo a escuchar a un profesor a hablar sobre cómo la odontología ha ido evolucionando con el paso de los años.

Era un profesor de 63, debería estar jubilado, pero en cambio le gusta venir a hablar de lo mismo siempre. Los chicos no habían entrado a clases, a excepción de Ram que se había dormido en el pasillo. No podía faltar a ninguna clase, el profesor sabía que su clase era tediosa y por eso evaluaba la asistencia.

En los 47 minutos que llevaba de clases, me había planteado qué hacer el fin de semana. Ram iba a viajar con su familia a Orlando, Bryan iba a visitar a su abuela, Sebastian iba a ver un maratón de Game Of Thrones con una “amiga” y Jesse seguramente se la pasaría dormido o armaría una fiesta en su casa.

Tal vez invitaría a mamá a ver Zootopia.

-Crous. -Me llamó el profesor. Dirigí mi atención hacia él.

-¿Sí?

-Puede salir de clases, ya que es el único que no está hablando. -Dijo y empezó a guardar sus libros en su maletín.

Murmuré un ‘gracias’ y salí rápidamente, mientras los demás me miraban con severo odio. En el pasillo me encontré con Ram, estaba tomando un vaso de café

-Viejo. -Caminó hacia mí. -No me despertaste

-No me dijiste que lo hiciera. -Murmuré encogiéndome de hombros.- ¿Y los chicos?

-Bryan se fue desde hace rato, Sebastian se fue con su “amiga” -Murmuró haciendo las comillas en al aire. -Jesse está en el estacionamiento con una chica y yo estoy aquí.

-¿Ya desayunaste? –Pregunté y él negó con la cabeza. Aparentemente su desayuno iba a ser ése vaso de café.

-Sabes que no desayuno en las mañanas. -Se explicó.- Mamá alquiló un traje para la boda de mi hermana y tengo que mantener mi peso.

-¿Tienes hambre?

-Dios, sí. Podría llorarle a la señora del cafetín para que me de una dona.

Me saqué el bolso y tomé la bolsa de papel que tenía el desayuno de Sky. Se lo entregué a Ram y su rostro se iluminó.

-¿Me hiciste desayuno? –Dijo sonriéndole a la bolsa.

-No era para ti, pero ahora lo es. -Palmeé su espalda.

-Oye, ¿te acostaste con Madison? –Murmuró Ram dándole un mordisco a uno de los sándwiches. Sentí mis vellos erizarse.

-Sí. -Articulé.- Pero solamente porque lo necesitaba. No voy a volver con ella.

-Ahmn. –Ram continuó masticando y yo decidí que era momento de irme a casa. Me despedí y fui rápidamente al estacionamiento. Recibí un mensaje pero decidí ignorarlo, no me gustaba sacar el teléfono cuando iba caminando. Generalmente se me caía y ya tenía una esquina agrietada. Mamá no se había fijado.

Me metí en el auto y automáticamente ya estaba en camino a casa. Cuando iba pasando por Sacred Heart, pude detallar a una chica pequeña subiendo a un gallardo violeta.

Sky.

Mi estómago se revolvió. Me detuve lentamente y esperé a que el Gallardo arrancara. Esperé seis segundos y yo arranqué. No iba a dejar a Sky con ése pseudo adulto con acento ridículo.

Quisiera ella o no.

Criando a mi novia♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora