Vuelve conmigo aweonao -2da temporada- [ Jainico ]

Capítulo II

Hola lectoras beias~

Aquí su escritora favorita(? Okno xD

Bueno, espero apoyen esta historia tanto como la primera;; y también que apoyen al par de mariconazos xd también que apoyen a las parejas secundarias unu como el Besho y el Edyelo/EdNaiko :v aun no me decido con cual quedarme... Kvkfkkc y ustedes cual es su pareja SECUNDARIA favorita? La mía el Besho;-; que su historia es bonita...

Bestia: Gracias :T

Nah pus no las molesto más para que lean tranquilas uwu

Nico: Exacto! Quiero saber que onda con nuestra promesa weon! >:'c

Jaime: Aun no la he olvidado...

Nico: Pero si la rompiste culiao!

Dubu: Ya no se peleen aquí pliz :v

Eso es todo... Sigan con su lectura! :3 no olviden dejar sus beios mensajes de amor y un voto no cuesta nada uwu muchas gracias! Apoyemos esta beia historia mas gei que mi poto!

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-¿Rendirse?-

Cuando sintió el timbre, algo en su corazón se apretó y presintió de inmediato quién era. Se paró de su cama con rapidez y corrió a abrir la puerta.

— ¡Edgar weoooooon! —se le tiró encima Nicolás en... ¿Llanto?

— ¿Nico? —no sabía si estar contento o preocupado.

— E-el Jaime... Jaime... Y... La... Y una niña... —lloriqueaba en el pecho del mas alto.

Edgar contempló un momento a su amigo, casi no era él, jamás lo había visto llorar como una adolescente después del primer rompimiento.

— ¡¿Acaso no recibiste mis mensajes aweonao?! —gritó molesto Edgar.

— ¿A-ah? —le miró Nicolás sin entender.

— Agh... Esto era lo que quería evitarte aweonao... Pero como siempre... Nunca me escuchai...

Nicolás dejó de lloriquear y se alejó de su amigo que refunfuñaba molesto entre dientes.

— Lo siento...

— No te disculpi aweonao... Es mi culpa por no haberte querido decir antes...

— Así que tú ya lo sabías... —susurró triste Nicolás.

— ¡No me vengai con esa cara de perro aweonao! No te lo dije pensando en ti culiao... No quería que te distrajeras en tus estudios... Era una gran oportunidad para vo, no iba a arruinarla con... Agh...—estresado se tira el pelo hacia atrás y mira fijamente a su amigo.

— ¿Qué?—preguntó confundido Nicolás.

— ¿Vai a seguir parado ahí como weon? Entra culiao.

— ¡Ah! Perdón... —le pareció graciosa la cara que hizo Edgar pero cuando él esta enojado, es peligroso.

Dejó su maleta en cualquier parte y se sentó nervioso en la cama de su amigo. No podía mirarlo, se sentía un...

— Idiota.

— ¡¿Ah?!—Nicolás se sorprendio ante la habilidad de su amigo de poder leer la situación y su mente a la perfección.

— Que eres un idiota...

Nicolás solo bajo la mirada estirando los labios como niño molesto, ya que aunque no quisiera admitirlo, Edgar tenía razón.