Vuelve conmigo aweonao -2da temporada- [ Jainico ]

Capítulo XVI

--Ellos deben saber que te amo--

Las luces apagadas. La ropa revuelta en el suelo.

Ambos cuerpos haciendo fricción uno sobre el otro, gimiendo por más. Las manos entrelazándose en un desespero sin querer perder contacto con el otro. Los susurros de amor se escuchaban en aquella sola habitación.

Solo ellos. Solo sus bocas. Solo su amor.

Ellos siendo uno solo y nada más.

Aquellas miradas que se comían durante el día a ratos, sin que nadie supiera que pasaba por sus mentes.

— Te amo...

— C-cállate por favor...

— No puedo... Porque lo hago...

Aquellas palabras eran suficientes para derretir el corazón de Nicolás y más. Sus piernas se aferraban con mas desespero a su cuerpo, sudando, rogando por más.

Al terminar, sus pechos aun subían y bajaban y sus manos no se soltaban aunque llenas de sudor estaban. Ambos se miraron, sólo la luz tenue de la luna iluminaba a través de la ventana a sus rostros. Sonrieron volteandose y viéndose de frente.

— Mañana es el cumpleaños de la chiquitita...

— ¿Enserio...? Que tierno... ¿Cuántos se supone que cumple?

— Mm... ¿Cuatro...?

— ¿No lo sabes...? —rió Nicolás mientras acercaba mas su cuerpo al suyo.

— Estoy atento a otras weas ahora... —susurró sobre sus labios mientras sonreía.

— ¿Cómo qué...?

— Como... Como contigo tal vez...

— Aweonao... —rió mientras besaba su cuello con cariño.

— ¿Podríai acompañarme mañana durante el cumpleaños?

— Obvio que si...

— También invite a los chiquillos...

— ¿Ya...? ¿y ellos por qué querrían ir a un cumpleaños de una niñita? —rió otra vez Nicolás y es que no podía evitar su sonrisa cuando estaba con él.

— Porque... Necesito decirles algo... A todos... Literal a todos... No sólo ustedes...

— Me estás asustando...

— No tengas miedo... Te conviene... —se metió bajo las sabanas abrazando el caluroso cuerpo de Nicolás.

— ¡Ay ya! Pero... Suéltame po que quiero dormir...

— No... Yo no quiero... —le dio suaves besos sobre su pecho mientras bajaba hasta su ombligo.

— Y-ya... No... No más...

— Sabes que estas mintiendo al decir eso. —lamió lentamente sobre su miembro a lo que Nicolás se sobresalto tapando su boca.

— M-mi mamá llegará temprano hoy... Si me pilla...

— Yo me haré responsable si nos ve... —tomó el sexo con ambas manos mientras lo sorbia con lentitud.

— M-mierda Jaime... No me wei ahora por fa...

Podía sentir el calor de la boca rodear su intimidad, juguetear con ella y apretarla de tal manera que lo volvía loco. La boca de Jaime era lo mejor, no podía quejarse. Estaba en el cielo.

— Dilo...

— ¿Qué... Qué digo?

— Por la chucha Nico... Sabes lo que quiero...