Vuelve conmigo aweonao -2da temporada- [ Jainico ]

Capítulo XV

Hola... Lamento mi larga ausencia durante tanto tiempo xd seguro quieren matarme xd otras ya se aburrieron tal vez y se fueron(?) pero a las que aún siguen y esperan LAS AMO xd. Para las que lo no saben, soy alguien bastante vacilante entonces... Bueno, ya saben.

Bueno, han pasado muchas cosas desde que desaparecí, cómo el de enterarme que el Bestia no se llama Oscar y se llama Armando xd (aún así conservare Oscar por paja y porque no sé que tan real sea esto xd) y también... Que el Naikelito se fue :'( aun no lo supero;; media caga.

Bueno... Aun así Naikelito de mi cora seguirá para mí siempre pus con los cabros :'( y seguirá aquí haciendo llorar a todas con su historia maa trágica que Julieta xd

Bueno... Espero que las que sigan disfruten de esto :)

Muchas gracias ~ Y lo siento mucho...

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--No lo toques, mío--

— ¿Por qué sigue viniendo a tu casa? —preguntó Jaime casi al aire con el ceño fruncido y la nariz arrugada, aún sentado bajo las sabanas con el cuerpo desnudo.

— Porque... Estamos estudiando... —dijo por enésima cuarta vez Nicolás, mientras buscaba por donde supuestamente sus bóxer fueron a parar.

— No me cae bien...

— A ti nadie te cae bien Jaime... —rió Nicolás mientras encontrando su prenda perdida se la puso rápidamente.

— Bueno... Tú si...

Nicolás solo le quedó mirando un momento y rió por lo bajo negando con la cabeza.

— Soy una excepción...

— ¿Por qué...?

— Porque yo soy... Ah... —cierto, ¿qué eran ahora? Jaime estaba casado y con una hija como responsabilidad, y aunque se veían y acostaban en secreto hace ya más de un mes, ¿eso los volvía amantes o algo parecido? Ni Jaime ni él dijeron alguna palabra sobre eso hasta el momento así que realmente quedaba una gran duda ahí.

¿Qué somos...?

— ¿Eres....?

— Nada... —sonrió al aire mientras devolvía su mirada a la habitación en busca de sus prendas.

— Nico, hay algo de lo que quería hablar contigo...

En eso, el sonoro tono de llamada de Jaime interrumpió la conversación. Ambos miraron el aparato y Nicolás fue el primero en apartar la vista de mala gana, suspirando.

"Daniela"

— Hola... —la mirada de Jaime al contestar el celular no era de agrado. Siempre que se veían, la llamada de ella estaba presente sólo para regaños por la ausencia de Jaime en la casa. — Ya lo sé... Sí... Ajá...

Nicolás mientras arregló las prendas de Jaime para que pudiera colocárselas al terminar la llamada. Él no era alguien celoso, no podía estarlo si estaba consciente de que la persona que amaba estaba casada y él lo estaba aceptando de todas formas al acostarse con él. Pero esa chica... Enserio le estaba enfermando.

Mientras se servía unas cuantas tostadas con café, sintió la llamada de Jaime presionar a sus espaldas. Los pesados pasos acercarse hacia él fueron algo escalofriantes, no todos los días podía tenerlo con él en las mañanas, le ponía realmente feliz.

Los gruesos brazos aparecieron por su cintura, y esa barba acariciaba su cuello mientras los besos se hacían notar con cariño por sus hombros.

— Ya... —rió Nicolás mientras mordía su tostada para no morder sus labios y parecer que disfrutaba del toque, aunque realmente lo hacia.