Vuelve conmigo aweonao -2da temporada- [ Jainico ]

Especial Navidad

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En la televisión daban una buena película de navidad. Nicolás veía atento mientras comía del bol con papas fritas acostado en el sofá, mientras que Jaime revisaba la hora cada 5 minutos sentado a los pies de su novio.

— ¡Ya! —gritó eufórico mientras se levantaba de golpe del sillón sonriendo.

— ¿Ah...? Jaime... Siéntate weon... —reclama Nicolás porque le tapa la visión del televisor.

— Feliz navidad Nico... —sonrió mirándole fijamente, con esos ojos brillosos llenos de amor.

— Pero si ya te dije feliz navidad weon.

— Pero esta es la navidad real... —le muestra la hora en donde su celular decía claramente "00:01".

— Broma culiao que estabai esperando eso... —ríe.

Jaime sonríe y le abraza besándole entre risas traviesas. Atrapa el control y apaga la tele.

— Nooo culiao yo taba viendo eso... —ríe.

— Weon... Quero mi regalo de navidad...

— Pero dijiste que no queriai ni una wea... —le mira esos rulitos traviesos.

— Ni una wea... Material... —le mira y le besa mordiéndole los labios atrapador.

— Jaime culiao cochino interesao... —ríe mientras le abraza del cuello, dejando que este gane encima entre medio de sus piernas.

— Así te gusto po... —le besa el cuello.

— ¿Quién te dijo que me gustai así? —hace una mueca fingiendo molestia.

— Ya cállate culiao... —se acerca para besarle otra vez.

Pero...

— ¡Feliz navidad cabros! —entró Edgar dando una patada a la puerta, asustando a ambos chicos haciendo que el que estaba encima cayera torpemente al suelo.

— Conchetumare... Edgar culiao... Nos asustaste... —rió Nicolás incómodo mientras miraba el ceño fruncido de su novio riendo leve.

— Ehhh... ¿En qué estaban weon...? —sonrió coqueto Edgar.

— Estábamos seriamente ocupados, apunto de-...

— ¡De nada! —calló Nicolás a Jaime mirándole molesto, le daba vergüenza eso. Le sonríe a su amigo feliz. — ¿Viniste a pasarlo un rato aquí...?

— Si weon... Pah que jugáramos un rato... No sé... —sonríe Edgar mostrando una bolsa con unos cuantos juegos.

— Yapo dale...

— Pero Nico...

— ¡Dije que dale...! —le mira con los ojos muy abiertos girandolos un poco, y a duras señales Jaime entendió su mensaje. "Después... ".

Jugaron un poco mas de media hora cuando el celular de Edgar sonó.

— ¿Eh... ?—contestó. — ¿Aló...? Hola Manu... ¿Qué cosa...? ¿tu mamá?... Cálmate... Ya... Ya voy ¿ya? Quédate ahí... —corta y mira a sus amigos que le miran con una gran sonrisa.

— ¿Qué pasó...? —sonrió Nico.

— Es que la mamá del Manu...

— ¿Te debes ir...? —sonrió Jaime.

— Sipo, pero...

— ¡Ya ya ya! Es mejor que te apures... Lamentamos mucho que te tengas que ir... Estabamos taaaaan divertidos weon... —sonríe Jaime mientras empuja a su amigo fuera del lugar.