-¡INDIGENTE, LEVANTA TU FLÁCIDO TRASERO Y BAJA AQUÍ AHORA MISMO!
Desde que llegué a esté lugar, la dulce voz angelical de mi querida tía siempre me despierta. Todos los días. Siempre a la misma jodida hora. Sin faltar. Ni-un-sólo-jodido-día.
¡Pam! ¡Pam! ¡Pam! ¡Pam! ¡Pam!
Fuertes golpes se escuchan en mi puerta.
-¡¡¡James, levanta el trasero, haz algo de provecho por una vez en tu vida!!!- la voz de mi tía suena fuerte desde el otro lado de la puerta, haciendo que los oídos me zumben.
Miro el techo tratando de no quedarme dormido, después miro el reloj de mi celular...9:38 a.m, es demasiado temprano, esa mujer está loca.
-¡James!
-¡YA VOY!- grito con todas mis fuerzas.
-No sé qué demonios te la pasaste haciendo hasta las tres de la mañana... y la verdad no lo quiero saber, pero lo imagino,así que baja, desayuna y métete a bañar porque a las dos mi taxi llega- dice al otro lado de la puerta.
Joder.
-James, hoy te toca ayudar a Victoria- dice Charlotte sin si quiera mirarme- a trabajar.
Miro a la rubia de rizos desordenados y me dedica una sonrisa, camino hacía ella- Hey, ¿qué tal?-le sonrío.
-Hola, al parecer hoy nos toca juntos-dice.
-Supongo que sí- la miro-¿en dónde será nuestra nueva misión?
Suelta una risa grande- Electrodomésticos- sonríe.
-Genial, cómo moría por estar en los electrodomésticos-digo sin ninguna emoción- ves mi emoción- señalo a mi boca sin emoción.
-Te la pasarás, ¡bomba!-dice con mucha emoción- vamos- sonríe y luego camina. Yo la sigo.
Llegamos al pasillo y habían un par de señoras viendo unos microondas, Victoria se acerco a ellas y yo la seguí- Buenas tardes, ¿les puedo ayudar en algo?- pregunta.
Las señoras voltean al mismo tiempo y nos miran- Ah que bueno qué están aquí- nos dice una de ellas- tenemos una duda, aquí dice que en la compra de este microondas con la tarjeta del supermercado nos harían un descuento del diez por ciento, sólo si la compra rebasa los mil pesos- nos mira.
-Sí, en caso de que usted compré este microondas o cualquier otro microondas de la marca que sea y lo paga con la tarjeta del supermercado, la tienda le hará un descuento pero tienen que pasar los mil pesos para que se pueda hacer el descuento.
-Y si no los pasa- pregunta la otra señora.
Victoria hace una mueca- pues la promoción no se podrá hacer.
-Ja, que robo, este de aquí cuesta-apunta al microondas de enfrente- quinientos ochenta y siete y pienso que es demasiado caro.
-Lo sé, posiblemente es un robo... pero lo que puede hacer es comprar esté- Victoria señala a otro- que cuesta setecientos veintiocho y además trae una licuadora de regalo y se lleva un tostador de doscientos setenta y dos. Le conviene demasiado, ¿no cree?- mira a la señora.
Impresionante.
Las dos señoras se miran y miran el microondas que traen la licuadora de regalo- está bien, pero sigo diciendo que es un robo- dice una de ellas y toma el microondas y camina, la otra señora hace lo mismo y la mira.
Señoras, nada las satisface... deberían cambiar de hombre.
-Impresionante-le digo a la rubia- deberías ser... yo que sé, sabes persuadir a las personas.
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¿Lista para crecer? (EDITANDO)
Teen FictionEs el último año en preparatoria de Nora y todos saben lo que pasa en el último año... exacto puro desma... quiero decir demasiado desastre. Nora junto con sus amigas, Anne y Victoria, tratan de sobrevivir a la sociedad cada día de sus vidas, ya...