¿Lista para crecer? (EDITANDO)

Nora y Elizabeth. "Recuerdos."

Para MarceLasso

Domingo, dos y media de la tarde en mi casa. Despertando después de una enorme fiesta. Dolor notable de cabeza, mucha hambre, definitivamente. Podría levantarme, ir a la cocina, tomar un poco de cereal y volver aquí, pero no, gracias. Tendría que quitarme las cobijas de encima, después levantarme, ponerme las pantuflas y sí no las encuentro, tendría que agacharme y buscarlas y eso implicaría agotamiento así que iría a la cocina descalza, tomaría un tazón, cuchara, la leche y el cereal y luego devolvería mi cansado trasero hasta mi cama, en dónde estoy ahora... ¿lo ven? mucho trabajo.

Levanto la mirada hacía el techo- con un cheeto, aún se ve la pintura- hace un par de meses tuve un ataque de inspiración de arte, sí es que así puedo llamarlo. El arte se había vuelto parte de mi vida, despertaba, comía, cenaba y soñaba arte y pintura. Me quería volver el siguiente Miguel Ángel. Así que un día, me levante muy temprano y fui a la tienda de pinturas, ese tipo de tiendas dónde vas y compras los instrumentos que necesitas para pintar, dibujar, esculpir, diseñar y bla, bla, bla, bla, bla... compré botes de pintura de todos los colores, los llevé hasta mi casa, subí a mi habitación, cubrí todo con lonas de plástico y empecé a lanzar la pintura contra las paredes, ventanas y el techo. Todo quedó cubierto de manchas azules, amarillas, verdes, negros, rojos, morados, naranjas, todo.

A mamá casi le da un ataque. Y cuándo observe mi obra de arte, fui directo al baño. A vomitar.

Después mamá me llevo al médico y éste nos había dicho que estaba como sonámbula, no sabía lo que estaba haciendo. A lo que mamá respondió, " ah, sonámbula mis canas, pero ya verá, va a pintar toda la casa. Tantas ganas de pintar tiene, ¡pues va a pintar toda la casa!".

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El día de ayer, o más bien, hoy en la madrugada dejamos a James en casa de Loranca. Lo dejamos a las 3:48 a.m -mire la hora en el reloj del radio- y a esa hora mi jefa (Loranca) estaba despierta. Mis sospechas de planea-un-golpe-de-estado-en-cualquier-momento se empiezan a hacer más grandes.

Y ahora mi familia y yo, estamos en casa de mi abuela, aunque yo le digo "abuelita".

-Ay Beth, se te puede ver hasta acá la cruda que te cargas- dice mí abuelita, mientras deja en la mesa una gran caja de cartón.

-Madre mía, no estoy cruda- dice mamá con pesadez- sólo estoy muy cansada- suelta un enorme bostezo.

-¿Por qué no te vas a dormir?- la mira- ahí está mi cama. Abuelita es una pequeña viejecilla, de un cabello plata muy rizado, recuerdo que cuando era pequeña, me gustaba aplastar su cabello y alborotarlo, su piel es morena y las arrugas de la cara y la de toda su piel son muy marcadas. Un lunar cerca de su labio sigue siendo el mismo. Veo fotos de ella cuando era joven y ahora trato de imaginarla así, joven.

-No, ma. Muchas gracias- se estira en la silla, donde está sentada y mira la caja- ¿qué esto, ma?

-Dale un vistazo- sonríe.

Mamá se estira y toma la caja mientras la arrastra por la mesa, la abre y sus ojos se iluminan- mamá, es lo que creo qué es-sonríe.

-Sólo un viaje al pasado- dice mí abuela.

Miro de reojo a mí madre y ella sostiene un par de fotografías en sus manos mientras las observa.

-¿Qué es todo esto?- me acerco a ella y le hecho un vistazo a las fotografías... por los dioses del olimpo es... es mamá ... pero se parece tanto a ... ¿a mí?

En la manos, tiene un par fotos donde están un chico y una chica, ella con un vestido largo y blanco con las mangas hasta las muñecas y en las manos un enorme ramo de flores y él, con un traje negro y una cara de espanto ... definitivamente es papá. En otra están los mismos jóvenes pero con ropa normal...lo qué era normal en ese tiempo. La chica tiene un enorme moño en la cabeza, una blusa amarilla que dice "Lover", una falda azul hasta las rodillas y unas medias muy graciosas con gatitos. Él chico con unos lentes de acetato, pantalones marrones y una camisa de cuadros azules. Los dos están abrazados y sonriendo... se ven muy enamorados.