Es el último año en preparatoria de Nora y todos saben lo que pasa en el último año... exacto puro desma... quiero decir demasiado desastre.
Nora junto con sus amigas, Anne y Victoria, tratan de sobrevivir a la sociedad cada día de sus vidas, ya...
-Jamás creí que precisamente tú fueras mí Santa Secreto. La verdad es que... - lo miro sorprendida - todos menos tú, aunque tuve algunas ligeras sospechas.
-Entonces hice bien mi trabajo. Ya que es muy difícil mantener un secreto hoy en día.
-Sí, así es.
-Pero bueno, aquí está tu último regalo. En verdad espero que te guste.
(El día después de decorar el supermercado)
-Cuando los españoles llegaron a Tenochtitlan, los regalos que los nativos le dieron a Cortés fueron joyas preciosas, tierras y varias mujeres, pero una en especial y muy importante, fue conocida como la Malinche que tiempo después se convertiría en su esposa. Entonces se puede decir que desde tiempos muy antiguos el papel de la mujer fue y ha sido aún...- nos mira muy emocionada-. De gran protagonismo en la historia que el día de hoy nos enseñan. Ahora abran sus libros en la página 276, por favor - sonriendo pone sus manos en modo: "T-rex". Y se pasea por el salón moviendo sus caderas de una lado para el otro.
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Por los cheetos...
(Una hora y cuatro páginas más tarde)
-Nora, vienes con nosotras- pregunta Victoria mientras se acomoda la mochila en los hombros.
-No, lo siento. Tengo que ir por un par de libros a la biblioteca - las miro -. Pero las alcanzo más tarde.
Las dos me sonríen- de acuerdo, nena-. Anne me guiña el ojo.
Se dan media vuelta y se van. Yo tomo el camino contrario y me dirijo a la biblioteca. Se supone que hoy entregan los libros de HarryPottery yo los quiero pedir prestados para tener algo qué leer durante las vacaciones. Porque claramente mamá no va a entender el concepto, vacaciones = Netflix + libro + pijama todo el día.
Entro en la biblioteca y le pregunto al encargado sobre los libros y él asiente entregandome una ficha.
Por dios... esperé tres semanas por esto. Mi alma llora en estos momentos de felicidad.
-Puedes buscarlos adentro.
Definitivamente no me dicen dos veces, corro hacía la parte oscura - comoyolellamo- tengo que tener esos libros.
-Buscabas algo- una voz sale de las sombras y yo doy un respingo tirando algunos libros, al ver más de cerca, el autor de mi terrible mini-infarto sale a la luz de las lámparas de Neón, era Theo.
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