Chocolate Love (Yaoi)

cap.1

- Sr. Wonka. - llamó su atención el niño.
- Dime, Charlie. - respondió el nombrado, girando la cabeza para observar a quien lo llamó.
- ¿Cuánto tiempo cree que le queda de vida? - se atrevió a preguntar Charlie. Willy Wonka se quedó pensando por unos segundos, puesto que esa pregunta lo había tomado desprevenido. No había pensado jamás en aquello, y ese niño lo hizo recapacitar. Después de todo, hizo lo del concurso de los boletos dorados para encontrar a alguien que ocupara su lugar luego de su defunción.
- No lo sé, Charlie. Tal vez un par de años, tal vez meses. No hay forma de saberlo. - contestó con una sonrisa y la mirada perdida.
El niño asintió, asimilando la respuesta, y no preguntó nada mas.

~ Siete años mas tarde ~

Charlie caminaba por la fabrica como todo un profesional. Sabía dónde quedaba cada cosa, y conocía a cada uno de los oompa loompas.
- Oye, ¿sabes dónde está el Sr. Wonka? - le preguntó el joven de tan solo 17 años a un hombresito que trabajaba junto al río de chocolate, quien con señas le indicó que estaba en la sección de tv abandonada. Es una pena que hayan dejado de usarla, pero lo que sucedió fue que el experimento de teletransportación de barras de chocolate a la televisión no fue un gran éxito, lo que causó el fin de los intentos de Wonka, quien aún sentía melancolía por aquella habitación blanca, la cual resultó ser todo un fracaso.
- Sr. Wonka. - llamó Charlie, entrando al cuarto luego de haberse puesto los lentes oscuros.
- Charlie... ¿qué pasa? - respondió el susodicho, ido desde el sillón individual blanco frente a la televisión apagada.
- Ya le dije que deje de venir. Pronto convertiremos este lugar en un almacén para máquinas en desuso. - le reprendió el menor, llegando frente al hombre de sombrero y sentándose en su regazo.
- Lo sé, lo sé. Es solo que... - contestó posicionando sus manos en la cintura de Charlie, quien tenía una pierna a cada lado del cuerpo del mayor.
- Olvídelo. Eso no funcionó, pero haremos muchas mas cosas que sí lo harán. Serán un éxito, ya lo verá. - dijo con entusiasmo, para luego acercar su rostro al del mayor, y depositar un suave y corto beso en sus labios.
- Hay trabajo que hacer. Vamos. - se paró Charlie, y le tendió una mano para que él también lo hiciera.
Y sí, Charlie sabía que su relación con el Sr. Wonka no era del todo... Normal, pero cuando no puedes salir de aquella fabrica, y tus hormonas juveniles están alborotadas, debes escoger entre tus abuelos, tus padres o Willy Wonka. Y a decir verdad, él no tenía planeado cometer incesto... Ni acostarse con un oompa loompa.