cap 10

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Una mañana como cualquier otra en la fábrica, exceptuando la presencia de 5 invitados, claro.
Los chicos fueron invitados a un área donde solía estar el "Hospital para Muñecos", y ahora se encontraba el comedor para los oompa loompa. Allí les sirvieron el desayuno, constituído por 3 waffles, tocino, syrup y huevo revuelto.
Charlie esperó pacientemente a que los adolescentes terminaran, mientras pasaba tiempo con Wonka en su habitación.
- Ya me tengo que ir... Los chicos de seguro ya habrán terminado. - dijo el menor, intentando separarse del chocolatero. Pero éste lo tomó del brazo y tiró de él.
- No te vayas. - se quejó Willy, haciendo puchero.
- Ven conmigo. - le ofreció al mayor. Éste pensó la respuesta y luego respondió:
- Vamos, se nos hace tarde. - levantándose de la cama para cambiarse.

Robin, Lucia, Lucas, Gunter y Jacob esperaban a Charlie frente a la puerta de la cafetería.
- Buenos días. - saludó el futuro dueño de la fábrica al arribar.
Los chicos respondieron amablemente, y se sorprendieron al ver al ensombrerado parado junto a Charlie.
- Hoy los acompañaré, niños. - anunció Wonka, a lo que Jacob y Lucas compartieron miradas cómplices, sabiendo que esa era su oportunidad.

Charlie guió al grupo hasta la habitación de las ardillas. Donde cientos de estos animales se encargaban de quitarle la cáscara a las nueces para los dulces.
- ¡Ala lala! - exclamó Lucas, al ver a todas las ardillas trabajando.
- ¿A caso esto no se considera maltrato animal? - cuestionó Lucia.
- ¡Claro que no! Están bien cuidadas y alimentadas. Además tengo licencia para tenerlas... - respondió Wonka - Al menos a un par. - finalizó susurrando.
- Por razones de seguridad, no pueden bajar, pero se les permite caminar al rededor de las maquinas desde este pasillo. - informó Charlie, apuntando al remodelado corredor, que ahora daba toda la vuelta a la habitación.
- Oigan... ¿Esa no está muerta? No se mueve... - dijo Jacob - ¿No será mejor que vaya a averiguar, señor Wonka?
"¿Qué estás tramando, Jacob?" pensó Lucas en ese momento.
- No veo cuál no se mueve. - respondió Willy.
- Justo... Allí. - apuntó a una ardilla cualquiera. Lo único que quería era que se asomara por la baranda, y así poder empujarlo.
Cuando logró que el chocolatero se posicionara en el lugar justo, se acercó lentamente por su espalda.
Esto fue algo que el canadiense notó rápidamente, por lo que se apresuró a acercarse a ambos.
- ¿Qué haces? ¿Acaso piensas matarlo? - preguntó Robin, inocentemente.
- N-no... ¡Cla-claro que no! - contestó Jacob, nervioso. Lo habían atrapado.
- ¡Claro que sí! ¡Ibas a empujarlo! - responde el pelirrojo.
- ¡Estás ciego! ¡No iba a hacer nada! - gritó, para luego acercarse al oído del menor y susurrar: - ¿O es que acaso prefieres que te empuje a ti?
Robin quedó helado ante aquello. Realmente no se esperaba ninguna amenaza de parte de ninguno de esos chicos.
- Y-yo...
- Eso creí. -  sonrió ladeado.
Maldito patán! No tienes derecho a amenazarme..." pensó Robin, pero claro que se lo guardó. Pues Jacob era mas grande y fuerte que él, y sabía que si lo enfrentaba saldría herido.
Aquella escena finalizó cuando Charlie intervino.
- Ahora pasemos a la próxima habitación. - dijo, haciendo que todos abandonaran la de las ardillas.
"Debo estar atento a ese par... No creo que tengan muy buenas intenciones." pensó Robin, observando cómo Lucas y Jacob susurraban entre sí.

Chocolate Love (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora