Sólo... ¿Bailas?

Capitulo 5 - Princess, cenicienta.

Capítulo 5 – Princess, cenicienta.

 

Cristal, estaba sorprendida, movió la cabeza ha ambos lados zafándose así de los labios intrusos. No sé lo podía creer. La chica que hace unos momentos le pareció simpática, alegre y quizás una buena amiga, le estaba ¡¡Besando!! Pero ¿Qué le pasa?

–                    Nunca has besado – Jessica la miró incrédula. No era una pregunta, lo estaba afirmando, ver la cara roja de esa chiquilla, sus ojos abierto de impresión, su respiración acelerada, hasta podría decir que estaba ¿Excitada?

–                    Yo... – Cristal no sabía que decir. Estaba muerta de la vergüenza. Agacho la cabeza tratando de hacerse pequeña y desaparecer ¿Qué contestar? ¿Por qué esa chica lo hizo? –. No sé que paso – musitó  apenada.

Jessica se acercó a Cristal levantándole el mentón. Miró esos grande ojos  miel. Un tono muy dulce para una niña tan bonita, pensó, sonriendo con calidez.

–                    ¿Nunca habías besado? – volvió a decir entono demandante.

Cristal la miró seria y con toda inocencia respondió:

–                    No – sus mejillas se encendieron delatando así su vergüenza.

–                    ¡Oh por Dios! Eres ¡¡Virgen!! – gritó Jessica  dando saltitos –. ¿Por qué lo eres, no?

–                    Yo... – moviendo su pie derecho por nerviosismo, Cristal sentía como un calor sofocante  le recorría desde el cuello hasta llegar a su cara roja. ¿Por qué esa chica preguntaba cosas tan personales?

–                    Debí imaginarlo eres tan... Pequeña, tierna, dulce – el rostro de Jessica, se llenó de ternura y compresión. Le recordaba cuando ella era muy pequeña y se escapó del orfanato –. ¿Cuántos años tienes, ricura? – preguntó, embolsando una sonrisa al ver como la muchacha sé ponía más roja.

Cristal la miró confusa ese tono de voz que esa chica empleo sonaba a ¿Empatía?

–                    Dentro de poco cumpliré dieciocho.

–                    ¿Por qué trabajas aquí? ¿Estas casada? –  Jessica observó como Cristal la miraba confusa sin entender nada –. O sea, digo que sí te fugaste con un novio, y necesitan dinero, tienes familias, eres huérfana, haces esto por necesidad o por placer... – Jessica comenzó hacer conjetura mientras Cristal la miraba perpleja.

Esa chica tiene un gran problema de no ¡¡Callar!!

–                    Y bien... – inquirió Jessica, callando por un momento.

–                    Necesito dinero – dijo al fin, Cristal,  siendo algo cortante. No quería más pregunta. Pero al parecer “mis parloteos” no se quedo conforme, antes de que ella hiciera la pregunta que Cristal sabía que iba hacer se adelanto –. No, no lo hago por placer – suspiró aliviada. La tal Jessica al parecer se había conformado con esa respuesta.

Jessica iba a volver hablar y hacer más pregunta, ya que esa muchachita le parecía un enigma. Pero la voz tranquila de Don Antonio se dejó escuchar.

–                   Bueno... Aun sigues viva – Don Antonio sonrió acercándose a Cristal –. ¿Qué tal la ves? – preguntó dirigiéndose a Jessica, la cual sonrió con complicidad