Capítulo 8 – Nerviosa.
– Oye – siseó Cristal sonrojada, mirando con disimulo al frente.
– ¿Qué pasa?
– Él va a quedarse toda la hora – murmuró lo más bajo, para que el chico no la escuchara.
Cristal y Jessica, estaban en el salón de ensayo, ensayado para su próximo número. Algo inquietante, era el hecho de que su jefe, las observaba sin apartar sus hermosos ojos azules de los de Cristal.
– Ah – Jessica hizo una mueca de fastidio –. Sí, es un tonto que no encuentra nada que hacer.
– Estoy aquí mí querida, Jessica Pereyra – aquel intruso sentado en un cómodo sillón, no había abierto la boca en exactamente quince minutos, pero las “pullitas” de su querida empleada lo habían sacado de quicio. Él no tenía ni la remota intención de irse y mucho menos perderse ese baile.
Poniendo los ojos en blancos Jessica continuó con sus clases, pero era imposible. La torpe chiquilla no hacía más que sonrojarse y perder el equilibrio. Era evidente que la mirada indescifrable de aquel ser, las pequeñas sonrisitas que se le escapan cuando la joven pupila se equivocaba, el brillo y la chispa que se acentuaban en sus ojazos azules al mirar como el cuerpo de Cristal se movían torpemente, la ponía nerviosa y a ella con rabietas.
– Querido Alex, ¿No tienes nada que hacer? – preguntó con un sarcasmo irracional.
El joven se mordió los labios reprimiendo una carcajada. Miró como la niña agachaba la cabeza sin querer formar parte de la conversación.
– Claro que sí mí querida, Jessica Pereyra – volvió a pronunciar su nombre con un acento seductor.
– ¿Y bien? – Jessica estaba prácticamente echándolo con la mirada –. La pones nerviosa – dijo, señalando a Cristal.
– No me importa – contestó Alex, poniéndose más cómodo. Se recostó en el respaldar del sillón teniendo más planos –. Me gusta cuando se pone nerviosa.
En esos momentos Cristal se dio el lujo de mirar aquellos ojos. El muy desgraciado le gustaba ponerla nerviosa. Era obvio el odio que ya sentía por él. Es muy arrogante, malo, prepotente, guapo, alto, rubio, desarreglado revelando rebeldía, esos botones de la camisa celeste desabrochado hasta el tercero botón dejando a la imaginación... ¡Espera! Mente Off.
Perdiendo la batalla, Jessica continuó y se sorprendió, pues Cristal, no se estaba poniendo nerviosa, ahora lo hacía con más ganas. Quizás que Alexander dijera que le gustaba ponerla nerviosa, le sirvió para no darle el gusto.
Después de una hora y media la pequeña Cristal se despidió. Mañana le tocaba bailar y ya estaba nerviosa. Ese lugar se llenaba tanto y esa música alta, esos colores, la gente, los bailes, ya se sentía mareada de sólo recordar el calor que paso el día que le toco bailar.
Repitiendo lo mismo del anterior viernes, Cristal llevó a su hermano con su vecina y se fue directo al Night Club. Llegó temprano, saludo a los porteros que estaban en su jornada, y entro directo al camerino.
– Hola – una chica de menos de veinticinco años la saludó amistosamente. Realmente guapa, pelo corto, recortado asimétrico con el flequillo de lado, unas cejas perfectamente pintadas con algún lápiz marrón, sus ojos grises llamativos.
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Sólo... ¿Bailas?
Romance[Historia a la venta en Amazon Kilden y en Tapa Blanda] [http://www.amazon.es/S%C3%B3lo-%C2%BFBailas-Maciel-Toribio-Felipe/dp/129194382X/ref=tmm_pap_title_0?ie=UTF8&qid=1405257711&sr=8-1] Solo... ¿Bailas? Cristal, una chica de apenas 18 años con pro...