Capítulo 1: No seas una molestia

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Sorey siempre se esfuerza cuando se trata de ser el pastor, purifica muchos infernales y se ha vuelto más fuerte, Lailah piensa que de vez en cuando debemos descansar por lo que decidimos ir a LadyLake a tomar unas vacaciones -aunque Dezel no estaba tan seguro de eso-. Nos quedamos en una posada que tenía aguas termales y todo, como todos debíamos descansar, queríamos una habitación para cada uno pero sólo estaban disponibles 3 (y eso que Alisha nos ayudó a conseguirlas).

-Ni modo, debemos estar en parejas.- Dije mientras suspiraba, realmente quería una habitación para mi sola.

-Yo me quedaré con Edna.- Dijo Lailah mientras trataba de abrazarla, Edna sólo se alejaba con una expresión de "no me toques".

-Mikleo, compartamos habitación.- Sorey le picó el estómago a Mikleo después de decir eso.

-Ya veo, acepto.- Este también le picó el estómago, por lo que comenzaron su batalla de picarse el estómago, yo me reía de esto y Dezel ocultó más su rostro con el sombrero.

-Por lo visto me toca estar con Rose.

-Deberías de estar feliz, soy la mejor compañía que alguien pueda tener.

No dijo nada, sólo se limitó a suspirar.

-Lo bueno que no me tocó con Mibo.- Edna comenzó a jugar con su paraguas y Mikleo dejó su "batalla" para mirar enojado a Edna.

-¡Deja de llamarme así!

-Mibo, Mibo, Mibo, Mibo.

Los múltiples Mibos se escucharon hasta que nos separamos a nuestras habitaciones, Dezel abrió la puerta y era una bonita habitación, el suelo de madera combinaba con las paredes que estaban pintadas de color beige, en ellas colgaban unas pinturas del paisaje de Hyland, la cama era muy grande combinada con sábanas cafés y almohadas blancas con rayas cafés, a un lado de la misma cama estaba un pequeño mueble, entré al baño y tenía azulejos azules, la taza y el lavamanos eran blancos.

-Me agrada el lugar.- Dije mientras salía del baño y cerraba la puerta, Dezel sólo se recargó en la pared mientras cruzaba sus brazos -típico de el- y yo me lancé a la cama -Que suave...

-¿Realmente debemos de estar perdiendo el tiempo?

Ya se estaba tardando en decir algo como eso, me levanté de la cama y me le quedé viendo, él volteó a ver otro lado, entonces aproveché para quitarle su sombrero, se enojó.

-¡También debes divertirte algunas veces!

-¡Regresamelo!

-¡Diviértete!

Se acercó mucho a mi y me quitó el sombrero de un solo intento, comencé a verlo mientras hacía pucheros.

-Realmente eres una molestia...

-¿Disculpa?

-¡Eres molesta!

Lo desafié con la mirada y me le lancé a su espalda mientras me agarraba de su cuello.

-¡¿Qué demonios te pasa?!- Le grité mientras me aferraba debido a que trataba de liberarse.

-¡¿Qué demonios te pasa a ti?!

Así duramos buen rato hasta que escuché el sonido de la puerta, ambos volteamos y ahí estaba Edna.

-Que ruidosos son, dejen a la gente normal descansar.

-Lo siento.- Lo dije mientras me soltaba de Dezel y y me reía de forma nerviosa.

-Sus peleas de pareja son ruidosas.

-¿Pareja?- Dezel y yo hicimos la pregunta al mismo tiempo, Edna se nos quedó viendo con una sonrisa algo macabra.

-¿Oh? Pero se ve obvio el amor, ustedes harían bonita pareja.

-¡No digas estupideces!- Dezel habló antes de que yo pudiera decir algo -Eso no podría suceder.

-Lamento la interrupción.- Lailah se asomó un poco, por lo visto estaba con Edna todo el tiempo. -No digas eso Dezel, nunca se sabe lo que puede pasar, yo sé de lo que hablo.

Lailah guiñó el ojo y Edna sólo se le quedó viendo con una sonrisa.

-Chicas,- Finalmente pude hablar -por favor no digan ese tipo de cosas.

-Vamonos Lailah, dejemoslos solos.

-¡Si!

Finalmente las chicas se fueron y me tiré a la cama mientras Dezel cerraba la puerta, abracé una de las almohadas en lo que pensaba lo que dijeron las chicas, lo dijeron tan normal que me pregunté: ¿Un serafin y un humano pueden estar juntos? Aunque no me debía importar mucho. Sentí que Dezel se sentó en la cama sin decir palabra alguna.

-Oye, debemos compartir cama.- Mencioné.

-No te preocupes por eso, puedo dormir en el suelo.

-¿Seguro? La cama es grande.

-Seguro.- Dezel siempre ha sido serio con todos, yo quería verlo divertirse por lo que dejé de abrazar la almohada y me senté a su lado -¿Qué haces?

-Voy a hacer lo necesario para que te diviertas, por eso son las vacaciones.

-Buena suerte en eso.- Dio una pequeña risa y jalé su mejilla fuerte, obviamente me pegó en la mano para que lo dejara en paz. -Definitivamente eres una molestia.

-Por un momento te reíste, eso es un progreso.

Me acosté de nuevo mientras hacía mi risa de victoria.

-Te quitaré esa sonrisa del rostro.

Sin darme cuenta estaba en el suelo, Dezel había usado su viento para sacarme de la cama, me enojé y quería darle un buen golpe en la cara pero antes de levantarme escuché su risa, había logrado mi objetivo de hacer que se divirtiera, aún así no se salvaría del golpe, me levanté y dirigí mi puño a su cara pero él lo detuvo con su mano.

-¿Quién demonios empuja a una mujer para sacarla de la cama?

-No te empujé, fue el viento.- Seguía con esa sonrisa, me aventó a la cama y se puso encima de mi, agarró mis manos para que no pudiera escapar, traté de liberarme pero fue imposible. -Ahora si te empujé.

-Ja, ja, ja, que gracioso.- Dije con sarcasmo, me comenzó a incomodar la situación en la que estábamos. -¿Me puedes liberar? Esto parece otra cosa...

En ese momento se escuchó que alguien abrió la puerta.

-Oigan Chi-

Era Mikleo que se quedó callado al ver la escena, su cara se ruborizó un poco y volteó para otro lado, Dezel rápidamente se quitó de encima y ocultó su rostro lo más que pudo con el sombrero, yo también me levanté de golpe mientras sentía caliente mis mejillas.

-¡Mi-Mikleo!- Grité mientras me acercaba a él. -¡No es lo que parece!

-L-les venía a decir que ya estaba la cena,- Seguía sin verme a la cara. -pero veo que están ocupados, v-vendré después.

Rápidamente cerró la puerta y yo suspiré.

-¡¿Ya ves lo que causas con tirarme de la cama?!- Voltee ver a Dezel que seguía cubriendo su rostro, me enojé y acerqué mi mano a su sombrero para quitárselo -¡Deja de cubrirte!- Al quitarle el sombero él se sorprendió y me di cuenta que estaba muy ruborizado, como un tomate, en sus ojos se podía ver que estaba avergonzado, le regresé el sombrero. -Olvidemos lo que pasó, voy a buscar a Mikleo para explicar la situación.

Salí de la habitación, al cerrar la puerta me quedé pensando en la escena, volví a sentir mis mejillas calientes y mejor comencé a correr para buscar a Mikleo.

ToZ - ¿Un serafin y una humana?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora