ToZ - ¿Un serafin y una humana?

Capítulo 21: ¿Qué haremos Rose?

¿Cuántas cosas han pasado desde ese día? Esperamos los siete días donde logré salvar a Eguille y los demás, por suerte Sorey llegó ese mismo día y me ayudó peleando contra Lunarre el cual fue consumido por las llamas.

Me contaron que Alisha tuvo que pelear con Maltran y fue difícil para ella, después de todo era su maestra.

Apareció un dragón en la guerra, fue una pelea difícil, Sorey y yo logramos matarlo aunque Edna y Zaveid se deprimieron un poco, sabía que ellos habían pensado que debía pasar lo mismo con Eizen.

Alisha y Sergei comenzaron a trabajar duro para que los dos reinos acepten un tratado de paz.

Zaveid logró cumplir su promesa, con la ayuda de todos logramos que Eizen descansara en paz.

Heldalf atacó Elysia y el abuelo de Sorey y Mikleo fue tras él a Camlann, claro que no nos íbamos a quedar de brazos cruzados y fuimos a buscarlos.

Symonne apareció ante nosotros y Dezel se alteró un poco pero logró calmarse, tuvimos una pelea, ella terminó llorando en el suelo.

Para Sorey y Mikleo fue difícil ver qué Heldalf absorbió el poder de su abuelo, lloraron fuerte al tener que liberarlo...

Heldalf armatizó con Maotelus y fue una batalla complicada, Zaveid nos confió su Siegfried para lanzar el alma de cada serafín, primero fue Lailah, después Edna, el siguiente fue Dezel y por último Mikleo, pensamos que lo habíamos logrado pero Sorey nos empujó a mi y a Zaveid mientras él cayó, "Lo siento Rose" fueron las palabras que dijo al mover sus labios.

—¡SOREY IDIOTA!

Ahora mismo me sentía frustrada, Sorey estaba cargando con todo el peso él solo, Zaveid se acercó a mi.

—Salgamos Rose, es peligroso.

—Lo sé, pero Sorey debió dejarnos pelear junto a él.

—Te digo que debemos irnos, los demás nos alcanzarán en un momento.

Nos fuimos alejando del lugar, el camino fue incómodo, no nos decíamos nada el uno al otro, llegamos a Camlann donde vimos cuatro luces pasar a un lado de nosotros, brillaron y resultaron ser los chicos, corrí hacia Dezel y lo abracé fuerte, cuando iba a preguntar por Sorey escuché un llanto fuerte, miré al suelo, Mikleo estaba de rodillas mientras lloraba, no pude evitar sentirme triste, mejor me agaché para abrazarlo.

—Se quedó con Maotelus,— Mikleo habló mientras seguía llorando. —no despertará en cientos de años.

—Ya veo,— Dejé de abrazarlo y con mi mano limpié sus lagrimas. —Alisha y yo no podremos volver a verlo, pero tú si, piensa en que volverán a estar juntos.

Mikleo me sonrió y yo me levanté mientras lo ayudaba a levantarse, en eso Lailah también lo abrazó.

—Nosotros estamos contigo.— Lailah le sonrió a Mikleo al decir esto.

—Gracias Rose, Lailah.— Trató de estar feliz aunque sabía que sufría por dentro.

—¿Qué haremos Rose?— Dezel me habló y todos voltearon a verme.

—Ahora te toca ser el pastor.— Lailah se acercó a mi y agarró mis manos. —Puedes decidir que hacer ahora.

¿Pastor? ¿Yo? Era algo difícil de aceptar, soy la escudera y ahora debía tomar el papel de Sorey.

—Creo que por el momento viajar para ir purificando infernales.

—En ese caso aquí me despido,— Zaveid habló y él miró a Edna. —ya cumplí con lo que debía hacer.

—Que bueno, no te quiero ver.— Edna habló muy seria pero cerró su paraguas y sonrió. —Gracias Zaveid.

Zaveid le devolvió la sonrisa y se fue antes que nosotros.

—Debemos sellar el camino.— Lailah se le quedó viendo a la ciudad en ruinas.

—De acuerdo.— Pensé que ya no podría ver a Sorey, gracias a él aprendí mucho sobre el mundo.

---------------

—Gracias por ayudarnos.

Un serafín de baja estatura y cabello verde me estaba agradeciendo, duramos unos días en Elysia ayudando a reconstruir las casas destruidas por Heldalf.

—No nos agradezca, no podía soportar la idea de que el señor de la calamidad hiciera esto.

—Mikleo debe estar mal después de la pérdida de Zenrus y ser separado de Sorey.

—Sí, desde que arreglamos la casa de Sorey se ha quedado ahí todo el tiempo.— Volteé a ver a la casa, me sentía triste por él.

—Ellos eran como hermanos, siempre los mirabas jugar.

—Me imagino, espero que mejore.

El serafin se despidió mientras se iba y Dezel se acercó hasta estar a un lado de mi.

—¿Quién era y por qué hablaba contigo?

—Cuida tus celos hombre,— Dí un largo suspiro y me le quedé viendo con enojo. —él solamente venía a agradecerme, te he dicho que odio eso de ti.

—Oh, lo siento.— Miré que se cubrió el rostro con su sombrero, siempre hace eso cuando le da pena algo y cuando se avergüenza de lo que hizo.

—Si quieres podemos repetir lo de Pendrago.— Dije esto una una sonrisa picarona.

—¿Ahora mismo?— Dezel me sonrió, pero yo me reí un poco y volví a mi faceta seria.

—No, ve a ayudar para terminar pronto con esto.

—No era necesario ser tan cruel con eso.

—Otro día Dezel, otro día.

Después de que casi lo corrí a patadas, me estiré un poco y di media vuelta para seguir ayudando, me di cuenta que Lailah y Edna me miraban, mientras una me miraba toda emocionada, la otra me miraba con una sonrisa burlona.

—Veo que te divertiste mientras los demás ayudamos a Alisha.— Edna dijo esto con un tono de burla.

—¿Dezel y tu se entregaron en intimidad?— Lailah me agarró las manos y su cara estaba muy cerca de la mía, pude ver qué sonreía mucho y sus ojos brillaban.

—Eh, si.

Lailah soltó mis manos y se estaba aguantando sus gritos de fangirl mientras se tapaba la boca, debía admitir que me causaba un poco de risa, de la nada las dos estaban muy cerca de mi.

—¿Fue tierno contigo?

—¿Era virgen?

—¿Lo disfrutaste?

—¿Es precoz?

—¿Te dijo que te amaba mientras lo hacían?

—¿Dijo el nombre de otra mujer?

—¿Sólo lo han hecho una vez?

—¿La tiene pequeña?

—¡Alto!— Me sentía sofocada entre tantas preguntas. —No pienso responder todo... No pienso responder principalmente lo que me pregunta Edna.

—Al menos contesta lo último, quiero saber si me puedo burlar de eso.

—¡Edna!— Me sentía apenada, pensé que iba a ser peor si Zaveid se enteraba, pero estas chicas no respetan lo que es privacidad. —Mejor sigamos ayudando.

Fueron varios días de trabajo duro, logramos reconstruir Elysia y ahora íbamos a seguir viajando para purificar infernales.