ToZ - ¿Un serafin y una humana?

Capítulo 15: No te quiero perder

Habían pasado días desde que Zaveid se unió a nosotros, como siempre Dezel se la pasaba peleando con él, los demás ya estaban acostumbrados a su compañía, se la pasaba hablando con Lailah y Mikleo, Sorey también era amigable, Edna simplemente cuidaba que no hiciera algo estúpido y yo también me llevo bien con él, pero nos ponemos a hablar cuando Dezel está lejos, no me gusta verlo celoso.

En ese momento estaba con los gavilanes viendo unos tratos que íbamos a hacer con varias personas, nos habíamos encontrado a mitad del camino a la cuenca de Glaivend por lo que fue la oportunidad perfecta para ponerme al día con ellos, en eso los demás aprovecharon para descansar, aunque Dezel y Zaveid comenzaron a beber, no quería que Dezel hiciera algo estúpido en lo que miraba los asuntos con los chicos.

—Perfecto.— Dije mientras juntaba mis manos. —Ustedes se pueden encargar del trabajo de huesos al viento y cuando nos veamos de nuevo me dicen las ganancias que se generaron al aceptar el trato.

Se despidieron de mi y se comenzaron a ir, cuando miré a los chicos me di cuenta que seguían descansando, no quería irme todavía por lo que me alejé un poco de ellos hasta llegar a un lugar que tenía un pequeño río, me agaché un poco para lavarme la cara y después me quedé pensando en cuando Dezel quería matar a Symonne, me daba miedo que al verla de nuevo fuera a reaccionar así o peor, en eso una voz me saca de mis pensamientos.

—Hola Rose.

Era Zaveid, me levanté y volteé a verlo.

—Zaveid, ¿no estás borracho?

De repente soltó una carcajada.

—Lo que bebí era poco, hace falta mucho alcohol para quedar borracho.

—Que bueno, Dezel tiene poco aguante.

—Después de todo es un niño.

—¿Un niño? A mi me parece un anciano.

En cuanto dije eso Zaveid se aguantó la risa.

—No olvides que soy mayor que él, así que puedo decirle niño.

—Tiene sentido.

—Rose, no solo vengo con ustedes por Maotelus, uno de mis objetivos es volverme más fuerte aún, así podré matar a un viejo amigo que ya no tiene salvación.

Su mirada se había vuelto seria, estaba apretando fuerte su puño como si hubiera pensado en el pasado, al decir esa frase me imaginé que se trataba de un dragón, Lailah me había comentado eso mismo, que los dragones no se pueden purificar, pero Sorey iba a encontrar la forma de hacerlo para purificar al hermano de Edna.

—Espera, Sorey está buscando una forma de purificarlos.

—No hay forma de salvarlos.

—Pero se lo prometió a Edna.

Se sorprendió un poco con lo que dije y después puso una cara de que no le agradó lo que dije.

—Eizen... El hermano de Edna es mi viejo amigo, hice una promesa.

El ambiente se sintió pesado, de repente tocamos un tema delicado.

—Mejor olvidemos ese tema, creo que debe ser​ algo delicado.

—No es necesario que te preocupes, han pasado siglos.

De la nada sentí escalofríos, Zaveid suspiró y...

—¡¿Qué haces con ella a solas?!

Era Dezel, volteé hacia él y parecía muy molesto, si tuviera que decir algo que odio de él, definitivamente son sus celos.