ToZ - ¿Un serafin y una humana?

Capítulo 19: Me tranquiliza eso

Primero lo primero (?)

Hola mis niños, sólo vengo a decir que no voy a abarcar todo lo del videojuego, la historia se volvería algo tediosa por repetir lo que ya sabemos con la diferencia de que Dezel está vivo :/

Por eso voy a saltarme partes del juego para ir directo a lo que me interesa escribir, espero que lo comprendan ^^

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Dezel y yo íbamos solos a Pendrago, después de encontrarnos a Heldalf me dí cuenta de que era muy poderoso y Sorey no se rendiría, incluso dejamos la pelea pendiente, pero surgieron dos problema: el inicio de la guerra y la captura de "Huesos al viento", mientras Sorey y los demás iban a ver a Alisha, Dezel y yo íbamos a Pendrago para rescatar a mi familia; estaba lloviendo fuerte y tuvimos que ocultarnos en una cueva cercana a Pendrago.

—Demonios, la lluvia nos va a atrasar.— Apreté fuerte mis puños al decir esto, estábamos sentados y casi golpeaba el suelo para dejar salir mi frustración.

—Ellos estarán bien, son miembros de "Huesos al viento".

—Lo entiendo,— Me acerqué a Dezel y recargué mi cabeza en su hombro. —pero no puedo evitar preocuparme por ellos.

—Rose...- Pude sentir su mano acariciando mi cabello.

—Por eso cuando pare la lluvia debemos seguir el camino.

—Ahora que estamos solos te quiero decir algo.— Dezel dejó de acariciarme, se quitó su sombrero y se le quedó viendo. —Ya estoy listo para decirte todo sobre mi venganza​.

—Ya sé todo.

—¿Eh?— Volteó a verme sorprendido.

—Sobre Lafarga y todo lo que ocurrió ese día con el príncipe Konan.— Sonreí.

—¡¿Eh?!

—Aunque estuvieras borracho me lo explicaste bien.

—¡¿En qué momento?!

—Cuando tomaste con Zaveid.

Dezel se quedó callado unos segundos.

—Y yo seguía pensando cómo decírtelo.

—Perdón por no avisarte que me contaste todo.

Se comenzó a reír y yo me confundí.

—De hecho me tranquiliza eso, es muy difícil hablar sobre ello.

—Te entiendo, igual gracias por querer contarme.

Dezel se dio cuenta de algo y se colocó el sombrero.

—La lluvia está más débil, el viento indica que ya no seguirá lloviendo.

—Perfecto.— Él se levantó y me ayudó a levantarme. —Es hora de ayudar a mi familia.

Salimos de aquella cueva y eran pequeñas gotas las que caían, caminamos por buen rato y todavía faltaban como cuarenta minutos, escuchamos unos gritos y unos caballos como si tuvieran miedo, corrimos a ver de dónde venían, era un infernal que había atacado a una pareja de un carruaje, el señor que lo manejaba estaba en el suelo con miedo.

—¡Lukeim Yurlin!— Corrí rápido hacia él y con simple ataque quedó inconsciente, fue rodeado de flamas azules así volviendo a ser humano. —Oh, era débil.— Dejamos de armatizar y suspiré.

—¡Muchas gracias señorita!— El conductor estaba muy agradecido conmigo, volteé a ver a la pareja en el suelo y la mujer abrazaba a un bebé. —Ese sujeto los asesinó, comenzó a decir cosas como "Te odio por no elegirme" y "Si no puedo ser feliz, tu tampoco lo serás".