¿Qué sería de la vida, si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo? – Vincent Van Gogh
Estuvieron caminando por Tabletki durante un largo tiempo, los paisajes que allí había eran dignos de un cuento de hadas, la paz que te producía el estar allí, era como una caricia al alma, ese extraño joven, transmitía una confianza inigualable. Por un momento Sylvia se olvidó de su pesar y disfruto del momento, ya no le importo más nada, solo se dejó llevar. De repente llegaron hacia una gran, alta y amplia estructura de yeso que se perdía en el horizonte, lucia como un gran galpón, del techo caían unos banderines cuyo costado izquierdo era negro y el costado derecho rojo, en el centro parecían tener un dibujo grabado, pero debido a la altura de este no se podían distinguir con claridad. Se acercaron cada vez más, Sylvia se detuvo extrañada y pregunto:
- Espera, ¿Qué es esto?
- Esto es la Sala central
- ¿La Sala central?
- Aquí conocerás al resto de los ángeles caídos y tienes la suerte de que es el almuerzo, por lo que todos estarán allí.
- ¿Hay más como nosotros?
- Mas de los que puedas imaginar. Ven conmigo, te lo mostrare.
Siguieron caminando hasta ingresar a la construcción, al entrar Sylvia se vio enfrentada a un majestuoso lugar, mesas y persona de todas las edades por doquier, se veían felices, reían, bromeaban, todo parecía perfecto. La decoración del lugar era tenebrosa pero fascinante, los colores que más decoraban el ambiente eran el rojo y el negro, se podían percibir algunos símbolos góticos, tales como cruces, calaveras, pentagramas, entre otros. Dominik le mostro la sala central, le conto que tipo de eventos se realizaban allí y le presento a algunos de sus colegas, quienes la recibieron muy bien. También descubrió que él era el líder de la comunidad de Tabletki, ya que había sido el primero en llegar allí, él se encargaba de atraer a los ángeles caídos a ese mundo y una vez allí los acogía como miembros de la comunidad. Quienes llegaban nunca se iban, ya que Dominik sabia como hacerlos sentir como en su hogar.
Sylvia estaba muy interesada en lo que ese misterioso joven decía de Tabletki, las personas allí eran cálidas y no parecían juzgar a los otros sin conocerlo. No solo le mostro la sala central, sino que también la llevo a conocer el interior de la ciudad, la cual por cierto era muy hermosa, no era muy grande pero tenia tiendas, escuelas,parques, hasta su propio museo. Las estructuras eran elegantes, pequeñas, elmaterial predomínate era la madera de roble oscuro y muros de granito. Literalmente parecíauna ciudad montañesa y antigua que podías encontrar en cualquier país, sin embargo, no aparecía en ningún mapa. Cuando finalizo el recorrido, Dominik la llevo a un gran y maravilloso parque, se sentaron en una banca y él pregunto:
- ¿Qué te pareció nuestro mundo?
- Es extraordinario, los paisajes que tiene, las tiendas, todo es muy hermoso. Aun no puedo creer que tu hayas armado todo esto.
- No lo hice solo, muchas personas me ayudaron. Aunque no lo creas empezamos como un pequeño pueblo cuasi colonial, no teníamos nada y luego evolucionamos.
- ¿Cómo conseguiste todos los recursos? Es decir, es un lugar aislado y que yo sepa no hay ciudades cerca.
- Un buen líder jamás revela sus secretos.
- De acuerdo chico misterioso – dijo entre risas.
- Sabes, aun puedes empezar de nuevo si te quedas aquí.
- ¿De eso se trata todo? El mostrarme el lugar, presentarme personas, etc. Quieres que me quede.
- No quiero que te quedes, quiero que seas feliz, que encuentres tu hogar, este es tu hogar. Aquí están los tuyos.
- No lo se Dominik, mi cuarto, mi música, ese es mi hogar. No aquí.
- Pero si no eres feliz allí, ¿Por qué lo consideras tu hogar?
- Porque es donde crecí, es donde esta mi historia. Es lo que soy.
- Lo que eres es donde te sientes cómoda.
- Allí me siento cómoda.
- Eso no es cierto, tus cicatrices lo demuestran – hizo un silencio profundo y añadió – Hay una frase que me gusta mucho y creo fielmente en ella: Una casa son cuatro paredes y un techo, pero un hogar es donde te sientes a salvo, donde sientes que puedes ser tu mismo sin usar disfraces, es donde esta tu corazón. Por eso te pregunto ¿Tu corazón está en esa habitación gris o esta dando vueltas buscando su verdadero hogar?
Sylvia se quedo pensativa ante el planteo de Dominik, en ese momento recordó lo bien que se había sentido allí, el aire puro, los paisajes de ensueño y el suave tintinar de las campanas. No pudo evitar sonreír al darse cuenta que en el tiempo que había pasado ningún recuerdo destructivo invadió su mente. Dominik hablo:
- Sylvia ese sitio no te merece, no nos merece, por eso debemos avanzar. En definitiva, nosotros somos los que decidimos adonde queremos ir. Tabletki puede darte todo lo que deseas, amigos, paz, quizá amor. Los ángeles caídos como nosotros no pertenecemos al mundo de los conformistas. Nosotros no nos vamos a conformar con el dolor y la soledad, somos mejores y buscamos ser felices. Aquí puedes serlo, aquí todos somos iguales. Al fin y al cabo ¿Qué seria de la vida si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?
- Tienes razón, pero ¿Y si no me adapto? Si resulto ser una conformista más.
- ¿Y si te adaptas? ¿Y si aquí sanas? No vas a saberlo si no te quedas. Tienes dos opciones volver a ese cuarto y morir lentamente de dolor o quedarte en Tabletki y vivir feliz hasta que envejezcas. Es tu decisión.
- Esta bien me quedo, pero si veo que no me adapto, tu me acompañaras a las cascadas y volveré a mi cuarto a vivir como siempre. ¿Tenemos un trato? – estrecho su mano para sellar este, Dominik la tomo y luego la llevo a lo que sería su nuevo hogar.

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El Espejismo
Genç KurguUna noche, la joven Sylvia se encontraba en su oscura y fría habitación, entre la desesperación y la angustia, ahogaba sus penas con pastillas y alcohol. Repentinamente y en medio de la penumbra, diviso un pequeño destello proveniente de una de las...