Sé que no voy a olvidar tu aroma, que me costará rasparme las rodillas. Sé que no podré sacarme los recuerdos de aquellos días en que te leía poesía mientras me hacías el amor, me costará las arañadas en la cara y que me sangren los labios. Sé que este caótico amor nuestro me dejará en la quiebra, mendigando por un respiro y sin ganas. Que te palabras todo cuanto puedas, porque sé que te vas a ir. Te estoy queriendo tanto que sé que me dolerás el doble, quizá como nadie, quizá como nunca. Por eso te escribo esto, porque sé que después yo misma me diré, "te lo dije". No debí enamorarme.
