I Know Places (G!P)

Peter Van Houten

Taylor se freno en seco al ver como una castaña besaba a una chica rubia un poco mas baja que ella.

Por razones como esa, no le gustaba salir a "Tomar aire" ella veía cosas que no le gustaban y no es que fuera una chica homobofica, es que era una chica que odia ver muestras de amor.

Era algo complejo de explicar ya que ella amaba leer novelas donde el amor triunfaba de alguna u otra forma, pero odiaba ver el amor en la vida real, ella sabía que en la vida real nada duraba para siempre.

Su sorpresa fue el identificar a la chica castaña, ella solo la había visto un par de veces pero sabia que era Karlie.

Tenia cierta curiosidad por conocerla más, pero si había algo de lo que no quería era saber de su vida amorosa y ahora lo sabía.

Taylor optó por caminar de vuelta a casa y de lo que estaba segura era que al llegar, retaría a su madre por haberla hecho salir de su habitación.

La rubia busco en su bolso, sus auriculares y su teléfono.

Quizás la musica de The 1975 le ayudaría en esos momentos.

Camino de vuelta a casa, haciendo una lista mental del porque el amor era peor que una de las maldiciones imperdonables, sin embargo llegó a la conclusión de que ambas cosas eran igual de terribles y punto.

Luego trato de averiguar porque algunos chicos y chicas gustaban de personas de su mismo sexo y término haciendo ese tema a un lado ya que hablar de ello implicaría hablar de amor y entonces Taylor se encontraría en una encrucijada.

Finalmente y no muy convencida Taylor opto por ir a buscar una nueva edición del New York Express.

Su obsesión con los escritos de E.K, era monumental y es que de alguna manera Taylor se sentía como Hazel Grace y su obsesión con el libro "Un Dolor Imperial", sin embargo ella no iría en busca de E.K, ya que era un hecho que su escritor vivía en la misma ciudad que ella y no quería tener que toparse con alguien como Peter Van Houten.

El mundo de Taylor se resumía en cosas pequeñas y eso a ella le bastaba, expresar su amor se basaba en recitar pequeñas frases de libros a su madre y hermano con anterioridad también lo hacía con su padre.

Su miedo lo dejaba relucir cada que ella se encerraba en su habitación y eso era algo que ella quería dejar atrás, no quería que su madre le gritará que tenía que salir a descubrir el mundo, quería ser ella quien dijera "Me voy, el mundo espera por mi" pero le aterraba eso y además sentía que no tenia el dinero suficiente para hacerlo.

Al llegar a un puesto de revistas la rubia pregunto por el diario y su sorpresa fue que solo era publicado sábados y domingos, eso explicaba porque su madre tenía tan pocos ejemplares de este.

Taylor quiso gritar y maldecir porque apenas era martes, le faltaban un montón de días para el sábado.

-Porque solo es publicado el fin de semana?- Pregunto la rubia al encargado del puesto.

-No lo se, me encantaría decírtelo pero no tengo la respuesta a eso, solo se que cuando llega en sábado se vende tanto como el Times-

Taylor miro al hombre y le regalo una sonrisa.

-Gracias- La rubia dio media vuelta y comenzó a caminar.

En su mente algo hizo clic, ella iría en busca de su Peter Van Houten.

Le tomo unos segundos reconsiderarlo, sabiendo que tenía días negándose a eso, había terminado ya la tarea de Austin y aun así ella quería saber mas de E.K.

Ella sabía de memoria la dirección de las oficinas del New York Express, así que no tuvo inconveniente alguno en caminar hasta allá, la música en su teléfono había pasado de The 1975 a Kodaline, pero opto por cambiarla a algo de Zedd requería de un playlist que la motivara a caminar, ya que si seguía escuchando a Kodaline seguro terminaría sentada en algún café leyendo un libro mientras bebía alguna taza de chocolate.

-Solo unas cuadras más-

Taylor estaba de decidida, su padre siempre le decía "Si quieres algo y quieres disfrutar de ello, consiguelo tu misma, gasta tu tiempo y esfuerzo en ello, te cueste lo que te cueste pero no lo dejes en el olvido".

Taylor sabía que era necesario romper su cascarón, ella lo sabía desde hace tanto tiempo, lo único que le detenía era que no deseaba aceptarlo.

La rubia dejo de caminar al ver que se encontraba justo frente a las puertas del New York Express.

Tomo todo el aire que sus pulmones podían recibir y empujo las puertas, cegada por la luz del sol, cerró sus ojos para ajustarlos a la luz del interior.

-Buenas tardes- Espeto la rubia al ver a una señora en la recepción.

-Buenas tardes querida en que puedo ayudarte?-

-Mi nombre es Taylor y quería preguntar algunas cosas-

-Mucho gusto Taylor, mi nombre es Margoth Smith-

La mujer extendió su mano y la rubia la acepto amablemente.

-Yo quería saber donde puedo encontrar a la persona que escribe todo esto-

La rubia saco un bonche de recortes, la mujer tuvo que tomarlos para ver de que hablaba la chica.

-Oh... Hablas de Elizabeth- Espetó la señora.

Ahora Taylor sabía que era una chica.

-Si, yo seré sincera me encanta su trabajo y quiero preguntarle muchas cosas, pero no se donde encontrarla-

-Oh querida, me encantaría ayudarte- La mujer hizo una pausa -Pero no tengo información de ella ni numero telefónico que darte-

Taylor se desespero un poco.

-Entonces?- Espeto la rubia.

-Ella comenzó a venir cada semana a dejar cosas como esta, al principio le pagábamos doscientos dólares por ello, pero mi jefe ha optado por contratarla de manera permanente y ahora recibe mil cada viernes-

No todo estaba perdido para la rubia.

-Ella viene cada viernes?-

-Si así es, suele venir entre cuatro y cinco de la tarde, después de clases creo estudia cerca de aquí-

La señora había despejado algunas dudas de Taylor.

-Entonces tal vez venga el día viernes-

-Si llega antes que tu, le diré que se esperé aquí-

Taylor asintió -Gracias, la veo en viernes señora Smith-

La rubia pegó media vuelta y salio del edificio, ahora ella sabía un par de cosas.

1.-Su nombre era Elizabeth
2.-No era un hombre o un anciano
3.-Estudiaba y eso sonaba increíble
4.-La conocería el viernes

Aunque le habría encantado conocerle en esos momentos, Taylor agradeció que no fuese así, ya que ahora tenia mas tiempo para formular sus preguntas.

Solo esperaba que Elizabeth no fuera una Peter Van Houten.