Capitulo Dos

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Para sorpresa de Len, Johannah le llamó unas semanas más tarde. Len estaba terminando las clases del semestre de primavera, así que acordaron encontrarse en la cafetería de la universidad para comer. Después de pedir la comida, se sentaron en una de las mesas que miraba hacia el pequeño barranco y el riachuelo justo detrás del edificio.

—Bueno, me muero de ganas de saberlo. ¿Estás viendo a alguien? —Ella dio un bocado a su ensalada, con los ojos abiertos de excitación.

—No. Estuve con alguien en plan informal, pero se ha marchado de la ciudad. —Len comenzó a comer, esperando su reacción.

—Lo siento.

—No era nada serio. —Contestó enseguida. Pudo ver simpatía en los ojos de su amiga—. Voy a echar de menos su amistad más que nada. —Dio otro bocado y tragó—. Es la primera persona que conocí que entendió cómo me sentía. —Ella asintió, pero permaneció en silencio—. Se lo confesé a mi madre cuando volví de la boda.

—¿Y cómo se lo tomó? —Su sonrisa se desvaneció.

—Realmente bien. Dijo que ya lo sabía, me besó y se fue a la cama. Tuvimos una buena charla la tarde siguiente. No creo que ella lo entienda del todo, pero está siendo comprensiva, y eso es todo lo que puedo pedir ahora mismo. —Dio un sorbo a su refresco—. Suficiente sobre mí. Ahora hablemos de ti. ¿Qué tal es la vida de casada? ¿Cómo os conocisteis Mark y tú?

Una gran sonrisa feliz de Johannah calentó el corazón de Len. Ella siempre había sido alguien especial, y Len se arrepentía de no haber seguido en contacto con ella después de la graduación. Había sido su culpa, nunca seguía en contacto con nadie. Se había convertido en una isla. La necesidad de proteger su secreto parecía llevarse por delante todo lo demás, sintiéndose siempre con miedo de acercarse demasiado a alguien.

—Después de la graduación, me encontré con Mark de nuevo en el banquete de la boda de mi hermana. Él es amigo de mi cuñado. Ninguno de los dos estaba viendo a nadie en ese momento, y yo siempre he pensado que era un chico muy atractivo. Después de pasar casi toda una tarde hablando, me pidió salir, y como dicen, el resto es historia. Mark es realmente maravilloso.

—¿Dónde estáis viviendo? —preguntó Len, observando la cara de su amiga brillar de felicidad.

—Por ahora estamos viviendo con su padre. La casa de la granja es grande, pero estamos ahorrando para tener la nuestra propia. —Ella hizo una mueca—. Su padre está bien, pero es un poco controlador. No me extraña que su madre se marchase hace años. No creo que yo hubiera podido estar casada con ese hombre tampoco. Está muy anticuado. —La sonrisa de Johannah se hizo picarona—. Realmente cree que yo voy a cocinar solo porque soy mujer. —Se inclinó hacia delante—. Cuando volvimos a casa después de la luna de miel, fuimos a cenar a casa de mis padres, y me preguntó qué le había hecho a él de cena. —Comenzó a reírse—. Le dije que no me había casado con él, y que el bar de Steve estaba abierto hasta la media noche, y entonces le tiré mis llaves. Todavía echaba espumarajos por la boca cuando nos marchamos.

Len no pudo evitarlo, y se unió a las carcajadas de Johannah, eran contagiosas. Había echado eso de menos, la energía de su amiga y su sentido del humor. Ella seguía siendo la misma persona que recordaba, pero ahora mucho más segura de sí misma, sin aquellas penas y preocupaciones adolescentes. Él también encontraba sorprendentemente confortable el tener a alguien con quien poder ser él mismo, alguien con quien no tenía que esconderse.

Su risa cesó, y ella volvió a inclinarse hacia delante, mirando a su alrededor para asegurarse de que nadie les oía.

—Háblame de ese chico que estuviste viendo. ¿Era agradable?

AMAR SIGNIFICA... TENER CORAJEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora