Un golpe en su puerta le despertó de un sueño profundo.
—Len, vas a llegar tarde al trabajo.
—¡Mierda! —Echó una ojeada al reloj, y respiró aliviado al darse cuenta de que todavía tenía tiempo—. Gracias, mamá.
—De nada, querido. —Oyó sus pasos retroceder mientras se quitaba las sábanas y se levantaba de la cama, se ponía los pantalones, y entraba en el baño al fondo del pasillo.—El desayuno estará listo en cinco minutos —dijo ella.
—Gracias. —Se lavó rápidamente y terminó de vestirse antes de ir a la cocina. Su madre ya le había servido el café, y la tostada saltó del tostador justo cuando se sentó. Unos minutos más tarde aparecieron dos platos sobre la mesa, y su madre se sentó junto a él.
—¿Estás bien, Len? Llevas mucho tiempo callado.
Se le escapó un suspiro antes de poder detenerlo.
—Todavía echo de menos a Johannah. —Y realmente lo hacía. Ella había sido la única persona con la que había podido hablar de todo. Sí, su madre había sido todo un apoyo y había intentado comprenderle, pero estaba siendo duro para ella, y Len lo sabía. También sabía que ella se sentía decepcionada de que él no fuera a casarse y de que ella no fuera a tener nietos nunca. Así que Len echaba de menos la conversación que fluía tan fácilmente con su mejor amiga.
—Sé que lo haces, pero Janelle parece simpática. —Su madre sabía que era gay, pero algunas veces, parecía que no podía evitar tener esperanza. Len no la culpaba por eso. No podía, porque había veces en que él también tenía esperanza, esperanza de ser normal, como todo el mundo.
Finalmente se encogió de hombros y dio un sorbo a su café.
—Es maja, y nos lo pasamos bien, pero no es como Johannah. — Nadie era como Johannah. A veces pensaba que si hubiera tenido que casarse con una mujer, tenía que haber sido con Johannah, excepto por la parte del sexo.
—Lo sé. Es duro cuando se pierde al mejor amigo. Imagino lo duro que ha tenido que ser para Mark, perder a su mujer. ¿Le has visto desde el funeral? —Ella comenzó a desayunar.
—Unas cuantas veces, en el pueblo. Le vi la semana pasada con Louis. Es la viva imagen de su madre, y ahora ya sabe andar. Es tan mono, verle caminar por la calle, agarrado de la mano de su padre... — Terminó su desayuno y puso los platos en el fregadero—. Hoy es día de paga, y he pensado llevarte a cenar.
—¿No tienes planes con Janelle?
—Oh, sí, lo había olvidado por completo. —Corrió de vuelta a su habitación y sacó las cosas para ir a trabajar—. Te veré después.
Oyó una respuesta apagada desde la habitación de su madre mientras cerraba la puerta y se dirigía al coche. Le llevó como diez minutos de conducción llegar al trabajo, la emisora WKLA dando las noticias de la mañana y el tiempo. Llegó unos minutos más tarde de lo habitual y aparcó en su sitio de siempre, entrando a la oficina por la entrada de atrás y encendiendo las luces de su despacho antes de colocarlo todo para comenzar su jornada.
Tuvo un día muy ocupado pero todo fue más rápido de lo normal, para ser viernes. Justo antes del almuerzo, recibió una llamada de Janelle, confirmándole su cita para cenar, y haciéndole saber que se encontrarían en el restaurante a las seis. Acababa de colgar el teléfono cuando vio al dueño de la distribuidora junto a la puerta de su despacho.
—Len, ¿puedo hablar contigo un minuto?
—Claro. — El dueño había estado repartiendo la paga en cheques según los trabajadores paraban para comer, así que puso los que le faltaban por repartir encima de su mesa. Conocía esa mirada, la había visto antes. Len tomó aire y lo soltó, y siguió a su jefe hasta su despacho.
ESTÁS LEYENDO
AMAR SIGNIFICA... TENER CORAJE
Fanfiction"Prólogo ... -No entiendo por qué te has ofrecido voluntario para hacer esto. Quiero decir, mola que lo hicieras, pero no parece que sea el tipo de cosa que sueles hacer. -Aquello era verdad, no era algo que Len soliera hacer, pero el profesor de...