AMAR SIGNIFICA... TENER CORAJE

Capitulo Catorce

Amaneció con frío pero en un ambiente limpio, una brisa helada soplaba a través de la ventana abierta, la luz comenzaba a abrirse paso en el cielo de la noche. El reloj interno de Len se disparó a la hora a la que ya estaba acostumbrado a despertarse, y se levantó de la cama, dirigiéndose al baño. Una vez que se lavó, fue descalzo hacia su habitación para vestirse y después fue a la cocina, encontrándose con su madre de camino.

—Veo que finalmente volviste anoche. —Ella le apretó el hombro mientras se dirigía también a la cocina.

—Solo he pasado unas pocas noches en casa de Mark. —Hubiera querido quedarse más a menudo, pero tampoco quería presionar, especialmente porque su relación con Mark implicaba una relación con Louis también, y de ningún modo quería herir al pequeño si podía evitarlo.

—Lo sé, y estoy encantada de que seas feliz, pero espero que no estés precipitando las cosas. —Puso en funcionamiento la cafetera y se inclinó contra el fregadero—. No quiero que te hagan daño. Esta tierra es maravillosa, pero también puede ser dañina, y si tu relación con Mark se descubre, podrías recibir bastante odio.

—Lo sé, pero cruzaremos ese puente cuando lleguemos a él. — Inhaló profundamente y dejó salir el aire despacio—. Fred ya lo sabe, y estoy seguro de que Randy también. —También pensó en la hermana de Mark, Mari, y en Nicole Robinson que probablemente sospechaba lo que ocurría entre ellos, pero ninguna de ellas había preguntado directamente.

—No estoy diciendo que todo el mundo vaya a odiaros. Habrá gente que os acepte a ti y a Mark sin preguntar, pero algunas personas se vuelven violentas cuando odian. —Sirvió dos tazas de café y le acercó una a Len—. Todavía eres mi hijo, y estoy preocupada por ti.

—Sé que lo estás. —Len se inclinó hacia ella y la besó en el carrillo, para después volver a su habitación y terminar de prepararse para ir a trabajar. Bebiendo de su café, terminó de vestirse y preparó su mochila para la tarde. Mark y Louis le habían pedido que fuera con ellos a la playa esa tarde, y lo estaba deseando. Arena caliente, sol, Louis jugando, Mark en traje de baño mojado. Eso hacía que mereciera la pena levantarse temprano.

Cuando todo estaba preparado, terminó su café, agarró su bolsa y dejó la habitación, dejando la taza en el fregadero y diciendo adiós a su madre antes de salir de la casa. Arrancó el coche y encendió la radio, como de costumbre.

—Un accidente fatal en la Estatal 10 ha dejado dos muertos y un herido. La policía no ha facilitado las identidades, pendientes de la notificación a los familiares. —El presentador cambió enseguida de asunto—. La sequía de los planos continúa elevando los precios agrícolas. Según la compañía Andersons of Manumee, Ohio, el maíz cerró subiendo otros cinco centavos, a dos noventa y cinco el saco, y la ternera cerró con una subida de cuatro centavos por kilo. —El presentador continuó con el resto de los mercados, pero Len ya tenía toda la información que necesitaba y apagó la radio, continuando en silencio el resto del camino.

Llegó a la granja, aparcó y se dirigió directamente al granero, donde se puso a trabajar. Intentaba limpiar en profundidad varios establos todos los días para que el trabajo no se acumulase, pero con la mayoría de los caballos pasando el día en los pastos gracias al buen tiempo, había poco que hacer, así que terminó enseguida.

—Hola Len. ¿Estás preparado para cortar heno? —Randy entró dando saltitos en el granero, feliz como una perdiz, seguido de Fred, que también parecía bastante contento por alguna razón.

—¿Esa sonrisa es porque no tendrás que hacerlo tú?

—Sí. Yo voy a arreglar el vallado hoy. —Len prefería estar todo el día en el tractor a arreglar vallas, así que el acuerdo le venía bien. Ambos trabajos eran sucios y daban calor, de todos modos—. Ya tengo el tractor preparado para ti, y puedo enseñarte lo que necesitas saber en cuanto estés listo.